Revelan que una buena hidratación se asocia con un proceso de envejecimiento más saludable

Cuando las personas adultas siguen una dieta adecuada ingiriendo una cantidad de líquido que les asegura mantenerse hidratadas, hay indicios que muestran que esas personas estarán sanas, desarrollarán menos patologías crónicas y tenderán a vivir más tiempo que sus pares que no consumen suficiente líquido. Eso surge de las conclusiones de un flamante estudio publicado bajo el auspicio de los prestigiosos NIH (Institutos Nacionales de Salud) de EE.UU. En sus conclusiones, los investigadores dicen que encontraron una asociación entre los niveles correctos de sodio en sangre y diferentes indicadores de buena, o mala, salud. El trabajo, publicado en la revista científica eBioMedicine, relevó datos de salud de 11.255 adultos, a lo largo de tres décadas.

“Los resultados indican que la hidratación apropiada puede ‘ralentizar’ el envejecimiento y prolongar una vida libre de enfermedades”, sugirió Natalia Dmitrieva, una de las autoras del estudio e investigadora del NIH.

Para la especialista en riñón Andrea Sanmartino, miembro del Consejo Directivo de la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN), esta investigación es un buen estudio, con una cantidad de datos interesante y con parámetros de seguimiento correctos. “Aunque tiene algunos detalles técnicos y puntos para debatir: hay que considerar si las mediciones fueron en invierno o verano, en una zona cálida o fría”, le dijo a PERFIL. Y agregó: “Es todavía una aproximación al tema y requiere más estudios y observaciones”. Por otra parte, detalló que “se sabe que una buena hidratación tiene que ver con la buena salud. Por ejemplo, se sabe desde hace muchos años que la deshidratación colabora con el envejecimiento de la piel. Y por el contrario, la correcta mejora la flexibilidad, la sensibilidad y la suavidad de la piel”. 

Por su parte, el nefrólogo Raúl Pidoux, secretario de la Sociedad Argentina de Nefrología, le dijo a este diario que “en medicina sabemos que el estado correcto de hidratación de las personas es esencial desde el punto de vista de la perfusión. En otras palabras, el balance adecuado de líquido es algo importante para que todos los tejidos que forman nuestro cuerpo reciban los fluidos necesarios para su funcionamiento correcto”. O sea que sistemas esenciales como la sangre que irriga el corazón, los músculos, riñones, cerebro, etc., depende, en parte, del estado de hidratación de cada persona.

El experto, que también es jefe de Programa en el Hospital Oñativia de Salta, agregó otra explicación: “Cuando una persona se deshidrata, como sus tejidos no tienen acceso al agua, se incrementa entonces el proceso denominado ‘estrés oxidativo’, una forma de perjuicio celular que puede favorecer daños biológicos más permanentes”. De esta idea es posible entender fácilmente que la hidratación correcta ayuda a disminuir este estrés y “se entiende que esto pueda favorecer una mayor longevidad y calidad de vida de las personas”.

Riñones

Por supuesto, se sabe desde hace muchos años la importancia que tiene el tomar suficiente agua sobre el correcto funcionamiento de los riñones. Por ejemplo, quien tiene propensión a tener litiasis renal (la patología causada por la presencia de cálculos en las vías urinarias: comúnmente conocidas como tener “piedras” en el riñón) debería saber que tomar agua en forma abundante ayuda a prevenir la formación de esos cálculos.

Pero hay más indicios médicos que sugieren que la hidratación correcta es saludable. “Cuando una persona está muy deshidratada, entre los primeros síntomas mentales aparece la desorientación. O sea que la falta de agua influye en nuestro sistema neurológico. Aunque no se sabe por ahora si esto tiene efectos en el largo plazo”, detalló Sanmartino.

La deshidratación sube el riesgo de desarrollar diabetes, cardiopatías y demencia, entre otras dolencias

Excesos

 Vale también acotar que tampoco es bueno para el metabolismo el exceso en la toma de íquidos: “No es saludable tomar 4 o 5 litros diarios”, aseguró la experta de la SAN. Y detalló: “Hoy se considera que una hidratación saludable consiste en entre 2,5 y 3 litros por día, un volumen recomendado para hombres y mujeres. Además, a esa cantidad conviene ‘sazonarla’ con otros aportes de la dieta, como por ejemplo sumar porciones diarias de frutas”.

Algo parecido recordó Pidou, afirmando que “no hay que caer en la exageración porque no es saludable ‘lavar’ el riñón y hasta existe una patología conocida como potomania, relacionada con una adicción al agua”. El profesional concluyó: “El mejor consejo respecto a la hidratación es disminuir el consumo de sal y tomar alrededor de dos litros, aunque el volumen exacto depende del clima y la geografía o de factores tales como si se practica una actividad deportiva intensa”.

Qué beber y qué no

En el histórico debate sobre cuál es la mejor bebida para hidratar, los profesionales están de acuerdo: el agua pura. Y las infusiones basadas en ella. El complemento ideal es la fruta, ya que muchas de ellas están compuestas en un 80% o 90 % de agua y, además, aportan muchos otros nutrientes saludables. Por el contrario, no son buenas opciones ni las gaseosas ni las bebidas azucaradas ni las alcohólicas, que terminan provocando más ganas de orinar y facilitando la deshidratación o el aumento de azúcar en sangre, que puede influir en la intolerancia a la glucosa. 

Otro punto que recuerdan los especialistas es no esperar a tener sed para hidratarse. De hecho, aseguran que “si sentimos sed es por que ya estamos algo deshidratados”. Y en este sentido recuerdan que las personas mayores van perdiendo cierta capacidad en sentir ser. “O sea que ellos y sus cuidadores deben estar atentos a que estas personas tomen una cantidad diaria adecuada, incluso aunque afirmen no tener sed”.

Tips
  • Consumir de 2 a 3 litros diarios. Esto equivale a entre 8 y 10 vasos por día.
  • No esperar a sentir sed para beber. Especialmente en personas de la 3a edad.
  • Incluir en la dieta cotidiana frutas, verduras, sopas, lácteos y gelatina.
  • No es conveniente tomar bebidas isotónicas si no se practica ejercicio físico.
  • No tomar bebidas alcohólicas ni endulzadas ni gaseosas para hidratar.

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