Ciencia: Comer helado o torta no te pone de buen humor

Si pensabas que comer helado o torta te podía poner de buen humor, lamentablemente no lo es y eso lo ha demostrado un estudio reciente.

En muchos momentos de nuestra vida nos decían que si estábamos tristes o queríamos mejorar nuestro humor, teníamos que comer algo dulce, pero resulta que un estudio demostró que esto no es cierto.

Si pensabas que comer helado o pastel te podía poner de buen humor, lamentablemente no lo es y eso lo ha demostrado un estudio reciente.

El eje del problema es que la glucosa es la base de nuestro metabolismo, un monosacárido, la clase más sencilla de carbohidratos o hidratos de carbono que existe.

La mayoría de los alimentos que ingiere un ser humano se transforman en glucosa a través de un proceso denominado catabolismo, por el cual se libera la principal fuente de energía utilizada por las células, el trifosfato de adenosina (ATP). Gracias a este proceso también obtenemos la mayor parte de nuestras calorías.

Sin embargo, no debe confundirse en ningún caso con el azúcar artificial o sacarosa. Se trata de un subtipo de disacáridos la suma de dos monosacáridos- que se obtiene de la caña de azúcar o de la remolacha. Y aparte de la sacarosa, existen más disacáridos que engrosan esta clasificación: lactosa, maltosa, celobiosa.

No debe confundirse en ningún caso con el azúcar artificial o sacarosa.

En el nuevo estudio publicado en Neuroscience & Biobehavioral Reviews, revela que muchos consumidores crean que consumir azúcares artificiales permite al organismo funcionar mejor. En definitiva, conseguir el mal denominado subidón de azúcar, se trata de una expresión redundante ya que lo más probable es que el alimento ingerido ya contenga de por sí azúcares naturales.

En las principales conclusiones de su investigación, estos investigadores destierran esta mentira tan extendida acerca de la energía rápida que proporciona el azúcar artificial. Los resultados indican que, transcurrida una hora de ingesta, los sujetos empiezan a experimentar síntomas de desconcentración.

Y lo más sorprendente: tras media hora de digestión los participantes del estudio afirmaron sentirse fatigados, exactamente el efecto opuesto que muchos consumidores buscan al añadir dosis extra de azúcar a su dieta.

Los autores pretendían comprobar si efectivamente existía una correlación fuerte entre el consumo de azúcar y un estado de ánimo positivo, o si, por el contrario, se trataba simplemente de una reacción anímica falsa provocada por los estereotipos nutricionales.

Los investigadores proceden de tres departamentos de psicología de diversas universidades europeas, se trata del doctor Konstantinos Mantantzis en la Universidad Humboldt de Berlín; la doctora Sandra Sünram-Lea, de la Universidad de Lancaster, y la doctora Friederike Schlaghecken y la profesora Elizabeth Maylor, ambas del Departamento de Psicología de la Universidad de Warwick, según NoticierosTelevisa.

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