Estos son los beneficios de dormir la siesta
Para algunos, dormir la siesta podría ser visto como perezoso, pero eso no es más que el estigma: Según la ciencia, tomarse un par de horas para conciliar el sueño por la tarde en realidad podría tener más beneficios para la salud de lo que creés.
En un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism (JCEM) de la Endocrine Society, los investigadores encontraron que una breve siesta podría revertir los efectos negativos para la salud de una noche de mal sueño, y también a reducir el estrés y reforzar el sistema inmunológico.
En una época en que la gente no parece estar durmiendo lo suficiente -uno de cada tres adultos reportan que duermen un promedio de seis o menos horas por noche- tomar siestas de vez en cuando podría ayudar a mitigar los efectos de la privación del sueño.
«Nuestros datos sugieren que una siesta de 30 minutos puede revertir el efecto hormonal de una noche de mal sueño», asegura Brice Faraut de la Université Paris Descartes-Sorbona Paris Cité y autor del estudio. «Este es el primer estudio que encontró que la siesta podría restaurar los biomarcadores de neuroendocrino y los marcadores de inmunidad a los niveles normales».
Para llegar a esta conclusión, los investigadores hicieron que 11 hombres sanos entre 25 y 32 años se sometieran a dos sesiones de 3 días de pruebas en un laboratorio del sueño, donde también se controlaban las comidas y la iluminación. En la primera sesión, los hombres se limitan a dos horas nocturnas de sueño. En la segunda sesión, en una noche sólo se permitían dos horas de sueño, pero al día siguiente los participantes fueron autorizados a tomar dos siestas de 30 minutos durante todo el día.
Los investigadores examinaron saliva y la orina de los participantes para medir los niveles hormonales y ver cómo la siesta, o la falta de ella, los afectaron. Después de una noche de dos horas de sueño, los hombres tuvieron un aumento de 2,5 veces en los niveles de norepinefrina, una hormona que está involucrada en los niveles de estrés y aumenta la frecuencia cardíaca del cuerpo, la presión arterial y azúcar en la sangre. Pero en los días que dormían siesta durante una media hora, los niveles eran normales. Además, los niveles de interleucina-6 -una proteína con elementos antivirales- aumentaban tras una noche sin poder dormir, sin embargo en los participantes que dormían la siesta, los niveles permanecían normales.
Otros estudios han encontrado que la siesta es mejor de lo que creés. Un estudio reciente encontró que las siestas ayudaron a los estudiantes a mejorar su memoria: Tomar una siesta después de estudiar ayudó a retener la información que acababan de aprender, más que los estudiantes que no duermen la siesta.
Dormir la siesta también puede aumentar el estado de alerta, el rendimiento y la productividad. También tiene beneficios emocionales y psicológicos: Tomando incluso una siesta rápida puede permitirle a una persona escapar del estrés diario, rejuvenecer y enfrentar el resto del día con renovado vigor.
La privación del sueño es un problema real, y la consecuente falta de sueño puede causar dolencias tanto físicas como psicológicas, incluidas las cuestiones crónicas como la obesidad, la diabetes, el estrés y el deterioro cognitivo. Las personas que carecen del sueño también son más propensos a desarrollar depresión.