Las Kattarshians, el ‘reality’ con gatos que está arrasando
Al más puro estilo de las hermanas Kardashian llega a la televisión un reality protagonizado exclusivamente por gatos. En Keeping Up with the Kattarshians, nos encontramos esta especie de Gran Hermano donde cuatro mininos que residen en un albergue para animales disfrutan de su día a día.
La idea es similar al programa norteamericano, incluso el parecido en el título del formato es evidente, sin embargo, la fiebre gatuna es la que en esta ocasión inunda los hogares de medio mundo.
Este show realizado en colaboración con el proyecto de la Sociedad de Protección de Gatos de Islandia pretende concienciar sobre la importancia de la adopción.
La historia comienza con Kattholt, una gata que fue abandonada y encontrada vagando por las calles de la ciudad de Reykjavík. Cuando la llevaron a un refugio para gatos perdidos, abandonados o sin hogar, el personal se percató que estaba preñada de cinco gatitos. Parecía difícil, pero los seis mininos fueron adoptados por familia. Sin embargo, cuando sus hijos (los mininos) fueron lo suficientemente mayores para independizarse, Kattholt les invitó a marcharse (algo por cierto muy común en estos animales).
A partir de aquí el personal de la asociación decidió reunir a los cinco gatos y ver su evolución. Por ello, se creó este reality. Están a la espera de una adopción.
Los seguidores de Hekla, Katla, Vigdís, Bubbi y Þór (así se llaman los cinco gatitos) pueden ver la vida en directo de estos protagonistas a través de Internet. Cómo es su día a día en una gigantesca casa de muñecas donde disfrutan de juegos y diversión las 24 horas. Los animales que ahora cuentan con nueve semanas forman parte de un proyecto benéfico con el pleno conocimiento y aprobación de la Autoridad Alimentaria y Veterinaria de Islandia, ente otros organismos públicos, además de los funcionarios veterinarios del distrito.
Keeping up with th Kattarshians ha revolucionado las redes sociales y cuenta ya con miles de fans en todo el mundo. No hay más que echar un vistazo a las las imágenes de todas cámaras que les graban en directo y enamorarse de ellos.