Consejos saludables que pueden ayudarte en estas Fiestas
«Las fiestas no son para comer en exceso, son para estar en familia y amigos y disfrutar de eso. No pensar que se trata de la última cena y tomar poco alcohol es muy importante, para lo que ayuda mucho comenzar con agua o bebidas saborizadas y luego tomar uno o dos vasos de bebidas alcohólicas», detalló la nutricionista Rosa Labanca.
La recomendación es «comer carnes, blancas o rojas, preparadas en forma simple con una guarnición de vegetales variados de acuerdo al plato, y agregarle si se quiere un postre, que puede ser una ensalada de frutas o un helado chico, si es de agua mejor, o remplazar el postre por una porción de pan dulce», precisó.
«Es muy importante no comprar de más, porque si un día se come distinto no se engorda, pero si compramos de más, comemos más días hasta terminar lo que compramos», remarcó.
Marcela Ciaño, jefa de Nutrición de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina, coincidió y agregó que las porciones chicas o que no superen la palma de la mano son las ideales para que se pueda «picar» y probar cosas ricas.
«Tener un plato y servir allí la cena entera ayuda mucho, levantarse varias veces para servirse o comer en tandas puede hacernos comer de más. Si se quiere llegar a la cena con el estómago medio lleno, un puñado de frutas secas una hora y media antes favorece la saciedad», señaló.
La especialista precisó que una rodaja grande de pan dulce tiene entre 300 y 400 calorías, 20 gramos de turrón 100 calorías, una copa de sidra 110 calorías, una copa de champagne 130, una botella de cerveza o vino entre 600 y 700 calorías y 14 unidades de frutas secas alrededor de 100.
«Bailar es una buena alternativa para bajar esas calorías de más. Mover el cuerpo ayuda a suprimir la sensación de pesadez, hinchazón y culpa al otro día», completó Ciaño.
En tanto, desde la Fundación Cardiológica Argentina recordaron que en esta época del año «deben tener especial cuidado los obesos, diabéticos e hipertensos, así como quienes padecen de problemas renales, por las consecuencias que los excesos pueden ocasionarle a su salud».
«Nuestra tradición e influencia social y cultural nos lleva a optar por platos pesados que poco tienen que ver con las altas temperaturas de esta época del año», señalaron, y recomendaron comer porciones pequeñas, evitar cocinar en exceso, preparar postres en base a frutas y cocinar las carnes sin grasa ni piel.
Por su parte, el gastroenterólogo José Tawil comentó que durante las fiestas la gente suele comprar más antiácidos y hepatoprotectores para combatir el malestar o como preventivos.
«La compra de ese tipo de productos se incrementa a fin de año, ya que a las celebraciones tradicionales de Navidad y Año Nuevo se suman las fiestas laborales, los reencuentros con amigos y el inicio de las vacaciones, lo que motiva a realizar ingestas mayores a las habituales», afirmó.
Tawil señaló que «en la actualidad en general la dieta estándar es pobre en nutrientes, rica en calorías, con una alta carga de glucosa y deficiente en antioxidantes, que sí están presentes en frutas y verduras altamente pigmentadas».
«El sistema gastrointestinal se expone a agentes exógenos de la dieta, y en respuesta a esas sustancias se induce el proceso de estrés oxidativo, que podría estar relacionado con el desarrollo de trastornos gástricos, orgánicos y funcionales», explicó, y agregó que si bien existen varios agentes hepatoprotectores, el ácido tióctico «tiene una mayor respuesta antioxidante, logrando una rápida recuperación».
Por último Florencia Borrell, experta en nutrición del Método PronoKal -un procedimiento médico personalizado de pérdida de peso y mantenimiento basado en una dieta proteinada- afirmó que «no es aconsejable llevar una dieta rigurosa unos días previos a las fiestas para luego consumir alimentos sin control».
«No sólo perderemos lo logrado sino que ayudaremos al efecto rebote, recuperando lo perdido y más. Es mucho más efectivo cuidarnos antes y bajar el tamaño de las porciones que habitualmente ingerimos», aconsejó.
FUENTE: TELAM