8 trucos fáciles para mantenerse hidratada

El agua es esencial para nuestra salud y el bienestar de nuestro cuerpo. Y aun así no nos resulta poco común, como individuos ocupados, y demasiado a menudo quemados, el sentir que no estamos bebiendo la suficiente.

Todo en nuestro cuerpo depende de una hidratación óptima, desde el funcionamiento de los órganos al equilibrio hormonal. Cuando estás hidratado tus articulaciones están lubricadas, tu piel se está nutriendo y los folículos de tu cabello pueden crecer saludablemente. ¿Y cuando no? No sólo la piel estará menos lustrosa y el cabello más frágil, sino que disminuye la energía, la desintoxicación se ralentiza y la digestión se retrasa. Según la materia empieza a acumularse en tu sistema, te empieza a pesar.

La deshidratación leve puede causar multitud de problemas en el cuerpo, desde fatiga y un funcionamiento cerebral pobre hasta una digestión debilitada, y beber mucha agua, además de modificar tu dieta, puede ayudarte a tener un día a día mucho más saludable. A continuación, te contamos cómo hidratarte, aún en los días de frío.

Individualiza tu dosis

Ocho vasos de agua han sido por mucho tiempo considerada la cantidad esencial de agua para mantenernos hidratados. Pero en realidad depende de las necesidades del cuerpo de cada individuo y de su nivel de actividad, así como de factores como la temperatura exterior (cuanto más sudes, más agua pierdes). Como regla general, las mujeres necesitan alrededor de 1’7 litros de agua al día, mientras que los hombres necesitan alrededor de 3’7 litros.

Bebe a temperatura ambiente

El agua a temperatura ambiente es más hidratante que el agua fría debido a que tu cuerpo tiene que gastar más energía para ajustar su temperatura del agua fría a una que pueda absorber, lo que resulta en una pérdida de agua. Además, el agua helada puede hacer que los vasos sanguíneos en tu estómago se encojan ligeramente, entorpeciendo el proceso de digestión y ralentizando, por ello, la hidratación.

Hidratate apenas levantarte

Empezar el día reponiendo líquidos es clave para la hidratación diaria, ya que menudo nos deshidratamos durante la noche. Hidratarte por la mañana te dará más energía y te predispone a tener un día exitoso. Y si querés llevarlo al siguiente nivel, arrancá con una taza de agua caliente con un chorrito de limón para ayudar a tu hígado. Está lleno de vitamina C y ayuda a apoyar tu proceso de limpieza.

Bebe entre comidas en lugar de durante

En los EEUU nos hemos acostumbrado a comer con vasos enormes de agua, pero en realidad es el peor momento para beber. Demasiado líquido con las comidas diluye tus jugos digestivos y puede retrasar la hidratación. En su lugar, bebe cantidades importantes de agua entre comidas y durante el día, dejando al menos media hora de espacio antes de tus comidas y una hora tras las mismas. Y para asegurarte de que vas bien a lo largo del día, estate pendiente monitorizando el color de tu orina (cuanto más clara mejor, dice Snyder), o con una app como Waterlogged o Gulp, cada una de las cuales ofrece herramientas que te ayudan a llevar la cuenta de cuánto consumes y ponerte metas, además de recordarte que sigas bebiendo agua.

Come alimentos ricos en agua

Obviamente el agua es la primera y la más evidente fuente de hidratación, pero hay algunos vegetales geniales que puedes consumir para mantenerte hidratada. Se recomienda el pepino, que es rico en agua cargada de enzimas, vitaminas B, nutrientes, electrolitos y sílice. Otro es el apio, repleto de vitaminas, minerales y fibra para mantener el cuerpo refrescado y la piel brillante. Se puede añadir ambos a un smoothie y beberlo nada más levantarnos, con el estómago vacío. De esa manera, el cuerpo puede absorber todos los beneficios nada más empezar.

Compensa la cafeína y el alcohol

Tanto la cafeína como el alcohol son diuréticos, lo que significa que al beberlos orinarás más y perderás más líquidos. Para asegurarte de mantenerte hidratada, compensa con líquidos adicionales. Si optas por tener un vaso de uno o de otro, haz que le siga un vaso entero de agua para que pueda trabajar en volver a equilibrarte.

Lleva una botella de agua

Cuando de hidratación consistente se trata, no hay estrategia más infalible que la botella de agua reutilizable. Te ayuda a recordarte que bebas agua mientras estás fuera durante el día. O podés empezar el día con una gran jarra de agua filtrada con tu meta de dosis de agua y llenar todas las botellas con ella para monitorizar tu progreso durante el día.

Bebe agua de coco

La gente del Sureste Asiático y las islas del Pacífico lleva siglos bebiendo agua de coco sin madurar para hidratarse. Es una de las mejores maneras de sustituir el agua y los electrolitos de los que el cuerpo se desprende en los climas cálidos. Así que tras un día al sol (o la mañana posterior a una noche fuera), intenta complementar tu dosis de agua con este remedio para la sed tan popular en las islas.

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