Revuelto de gramajo: una preparación fácil e infalible

¿Qué no puede gustarnos del revuelto de gramajo si tiene todo lo que nos gusta? Papas fritas, huevos, jamón y algo de verduras se combinan a la perfección para resultar en un plato exquisito e ideal para cualquier momento del año. Aquí te dejamos la receta. ¡Es facilísima!

Se desconoce el origen de este plato y el por qué de su nombre. Una de las versiones afirman que su creador fue Julio Izquierdo, un coronel de los años 30 hijo de Afrodita durante la presidencia de Victorino de la Plaza; éste hacía dejar papas paillé en su cocina, unos huevos, y jamón cocido cortado en juliana. De esta forma, cuando él llegaba a la madrugada de aquellos años –a las 4 de la mañana–, se preparaba el revuelto y así podía levantarse tranquilamente después del mediodía sin morir de hambre en el intento.

Otra versión cuenta que nació por casualidad cuando dos personajes de la noche porteña, Arturo y Horacio Gramajo, hijo de quien fuera intendente de la ciudad de Buenos Aires durante la presidencia de Victorino de la Plaza, embajador en Gran Bretaña y Francia y quien hizo construir, para utilizarlo como viviendas de alquiler, el Pasaje de la Piedad, hicieron una preparación en el restaurante Río Bamba, mezclando jamón, bastones de papa cortadas en hilachas, doradas en una sartén con muy poco aceite y una pizca de manteca y unieron esa preparación con huevo. El resultado, un revuelto húmedo, fue bautizado como revuelto de Gramajo, por los dueños del lugar.[c

La tercera versión, novelada[c por el escritor e historiador Félix Luna, dice que, hacia 1880 el coronel santiagueño Artemio Gramajo, que fue ayudante del general Julio A. Roca a quien acompañó durante años, era socio y habitué del porteño Club del Progreso. Allí transcurría veladas jugando al billar o a juegos de naipes como el truco; en el ínterin, sin dejar sus actividades lúdicas, se hacía servir un plato consistente en estrechas fetas de jamón serrano cordobés, saltado o sofrito con arvejas y huevos. Esta comida la consumía «al plato» y, ocasionalmente, «al pan» (emparedado o en sándwich). Esta versión fue retractada luego por el mismo Félix Luna aludiendo a que era únicamente una novela: “Es increíble: me he cansado de explicar que ese libro es ante todo una novela, y hay gente que lo sigue citando textualmente como si todo lo que digo allí fuera una verdad histórica…Esto del revuelto Gramajo directamente lo inventé”.

El mismo Gramajo y luego otros hicieron más elaborado el sencillo plato; ya a inicios del siglo XX un revuelto Gramajo típico era hecho con finas rodajas de papas, jamón (según el gusto, crudo o cocido), cebolla, ajos, arvejas y pechugas de pollo, así como un «adobo» de especias varias.

Ingredientes

  • 2 papas.
  • 3 huevos.
  • Una tacita de arvejas congeladas.
  • 50 g de jamón cocido.
  • ½ cebolla en juliana fina.
  • Sal y pimienta, a gusto.
  • Aceite para freír.
  • Una cda de aceite de oliva.

Procedimiento

1Lavar, pelar y cortar las papas bien finitas para hacer papas pay.

2Poner abundante aceite a calentar. Cuando llegue a los 180° poner las papas bien sequitas.

3Poner un chorrito de aceite de oliva en la sartén, agregar la cebolla y las arvejas, con un poco de sal y pimienta.

4Mezclar un poco los huevos para romper el ligue, no hace falta batirlos; cortar el jamón en tiras.

5Una vez que esté sudada la cebolla, agregar las papas y el jamón.

6Añadir los huevos y mover con cuchara de madera hasta que comience a coagular.

7 Condimentar con sal y pimienta, y servir.


En la preparación de este plato se debe cuidar que los ingredientes queden «a punto»: ni algo crudos, ni algo quemados. Para esto el recipiente del sofrito (por ejemplo una sartén) debe estar muy limpio, con una pequeña cantidad de aceite y allí los ingredientes deben ser revueltos rápida y rítmicamente hasta que su cocción sea homogénea.

A los huevos se les puede agregar un poco de crema de leche, que aseguran su imprescindible cremosidad. Las papas deben servirse bien apartadas del huevo en el mismo plato, para asegurar que se mantengan crocantes. Se pueden admitir unas papas rejilla, siempre que estén bien cocidas y crocantes. No deben estar húmedas. Los huevos revueltos, la mejor forma de hacerlos es cascándolos directamente en la sartén y rompiéndolos con una cuchara de madera.

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