Señales de que tu pareja te maltrata psicológicamente
¿Cuáles son las señales de que mi pareja me maltrata psicológico y ya no te ama? Si te has preguntado alguna vez esto, seguro estás en una situación de alerta, así que por favor sigue leyendo esto, aquí damos respuesta a tu cuestionamiento:
Te humilla y te desprecia
Entre los primeros signos de maltrato psicológico, se encuentran comportamientos como ignorar o despreciar los sentimientos; ridiculizar, insultar o despreciar a las mujeres en general; y humillar, gritar o insultar tanto en el ámbito privado como en el público.
Esta lista de actitudes se traduce en «comentarios como ‘qué tonterías dices’, ‘no se te puede hacer una broma sin que te molestes’, ‘te enojás por todo’ o ‘no digas bobadas», indican los especialistas, quienes recalcan la dificultad de darse cuenta porque «los sentimientos hacia el maltratador no dejan ver este tipo de desprecios y humillaciones».
Vigila con quiién hablas
Otro de los signos a tener en cuenta es que la pareja revise las conversaciones en el móvil y las redes sociales. Algo que, es más frecuente en las chicas jóvenes, aunque no es exclusivo.
Detrás de estos comportamientos suelen estar los celos que, continúa la experta, a diferencia de lo que pueden pensar algunas personas, no son síntomas del amor que siente la pareja.
Este tipo de control se puede extender también a otros ámbitos como la manera de vestir o arreglarse, el dinero que gasta o el hecho de vigilar dónde está la persona en todo momento.
Te aleja de tus amistades
«Cuando estas relaciones no se cortan, el problema va a más», aseguran los expertos, quienes añaden que «la mujer está cada vez más mermada». El aislamiento social es un segundo paso:
«Suele ocurrir cuando la mujer ha accedido a todo lo anterior».
Es entonces cuando su pareja empieza a cercarle el círculo». La forma de hacerlo, explican los expertos, es hablando mal poco a poco de los amigos y familiares más lejanos hasta acercarse a los más próximos.
Sobre este aspecto, la Macroencuesta de Violencia Contra la Mujer de 2015 revela que «un 15,4% de las mujeres que han tenido alguna vez pareja en su vida admite que su pareja actual o alguna de las anteriores se enfadara en general si hablaba con otro hombre u otra mujer y un 12,5% declara que trataba de impedir que viera a su círculo de amistades».
Las relaciones familiares se ven menos afectadas por este tipo de control. Sin embargo, puede ocurrir: un 8,7% de las mujeres encuestadas reconoce que alguna de sus parejas ha tratado de evitar su contacto con familiares. Este control sobre el círculo social acaba teniendo como consecuencia que muchas víctimas de violencia «hagan muy pocas cosas o todo lo hagan con sus parejas», asegura Martínez.
Cuando ya no puedes opinar
Todos estos comportamientos tienen como consecuencia la pérdida de opinión por parte de la mujer que está siendo víctima de maltrato psicológico.
«Careces de palabra y autonomía para cualquier cosa, todo lo consultas con tu pareja y esperas a ver qué cara pone», afirman los psicólogos.
También es posible sufrir ansiedad: «Ante el sentimiento de indefensión y el creer que no se puede hacer nada para solucionar la situación, prevalece un estado de ánimo bajo y ciclotímico».
¿Cómo ayudar?
Ambos expertos reiteran que es muy complicado darse cuenta de este tipo de comportamientos estando dentro de la relación. Por ello, se recomienda «intentar verlo desde fuera, como lo ven las amistades o la familia.
Es decir, plantearse qué le dirías a una amiga si te contara este tipo de cosas de su pareja». Al hacerle esa pregunta a las mujeres a las que ayuda la respuesta siempre es «que lo dejen», dice la experta y aconseja a las amistades plantearlo de esta forma.
El entorno de la mujer, por su parte, «debe ser muy delicado». Al ser demasiado directos o claros se puede estropear el asunto. Además, «es posible que la persona no se haya dado cuenta de la situación que está viviendo o, si lo ha hecho, que lo esté ocultando.
En el segundo caso, ser bruscos solo la haría sentirse dos veces mal». Los expertos recomiendan paciencia, ya que se trata de un proceso, y situarse como personas de referencia en la vida de la víctima.