Por qué es mejor lavarse el cabello con shampoo sólido

Están hechos con ingredientes naturales, tienen menos (o ningún) conservante, son zero waste y ayudan a proteger el medio ambiente, su tamaño es perfecto para viajar… Los champús sólidos ganan seguidores al mismo ritmo que derrumban mitos: porque no, no hay que renunciar a tener pelazo para usarlos.

En primer lugar, hablemos de sus ventajas, que no son pocas.

  • Sin plásticos. Resulta más fácil envasarlo sin tener que utilizar plásticos. La mayoría vienen en una caja de materiales biodegradables y más sostenibles, como el cartón o el papel kraft.
  • Cuidan el medio ambiente y duran más. Aguantan más lavados que el formato tradicional líquido, ya que una pastilla de 100 gramos equivale a unos tres botes de champú, así que. usarlos ayuda al planeta, ya que le ahorras toneladas de plástico. Además,su utilización también disminuye las emisiones de gases que se generan durante su transformación y transporte.
  • Son más naturales. Este tipo de champús contienen ingredientes de jabonería tradicional. Además, al contener poca (o ningún) agua, no hay que añadir conservantes sintéticos, por lo que no es necesario usar parabenos, emulsionantes, siliconas ni sulfatos. Sustancias que contienen muchos productos de cosmética convencional y que pueden irritar o dañar la piel. Por supuesto, hay champús sólidos que sí usan sulfatos, es ya decisión del consumidor elegir una marca que no los use. Y no te preocupes, porque pueden almacenarse durante dos años y medio sin problemas.
  • Ahorro. No sólo ahorras emisiones contaminantes: tu bolsillo también lo agradecerá. Cada pastilla puede durar hasta 100 lavados, unos tres botes de champú. Aunque su coste de partida sea algo más alto, a largo plazo ahorrarás dinero.
  • Ideales para viajar. Por su tamaño compacto y por su duración, son el complemento ideal para viajar. No volverás a tener problemas en los controles del aeropuerto por llevar líquidos de más de 100 ml ni tu maleta se pasará de peso por querer cargar con un neceser a rebosar.

¿CÓMO SE USAN?

Puede que te asalten algunas dudas, como la frecuencia con la que tienes que lavarte el pelo. Pues bien, tu rutina puede ser la misma que con uno líquido. Por ejemplo, si tienes un pelo graso se recomienda un lavado frecuente, a diario o en días alternos.

¿Y cómo se usan? El procedimiento es sencillo. Lo primero, mojar tu pelo. Después, desliza la pastilla varias veces por el pelo o trabájala en las manos para crear espuma. No se recomienda sumergir la pastilla bajo el agua para evitar que se reblandezca en exceso.

Masajea suavemente la raíz y el cabello, como lo harías con un champú líquido. Acláralo y, si tu pelo requiere un cuidado extra (si es demasiado graso, por ejemplo), repite el proceso o utiliza un acondicionador o mascarilla. Deja la pastilla al aire libre para que se seque y que esté lista para el siguiente uso. Lo ideal es usar una jabonera que permita escurrir el agua, una rejilla o un trozo de papel absorbente.

LA PREGUNTA DEL MILLÓN: ¿QUÉ PASA CON LA ESPUMA?

Cuando usamos productos naturales que evitan sustancias químicas, sobre todo en el caso de los champús, una de las primeras pegas que surge es la cantidad de espuma, que es mucho menor o inexistente. Lo primero, es que la espuma no tiene nada que ver con la eficacia del champú: no por tener más va a limpiar mejor. Los sulfatos es la mejor forma de generarla, pero debes saber que es totalmente innecesaria.

De hecho, cuando usas un producto cargado de sulfatos no sólo se elimina la suciedad, sino también toda la grasa, incluidos los aceites naturales que genera nuestra piel y cabello para mantenerse sano y defenderse de los agentes externos. Así, esta ausencia puede generar mayor sequedad y tirantez en la piel. Además, a largo plazo, estas sales pueden generar alergias y otros problemas cutáneos.

Y por ello, cada vez más gente se está pasando a los productos naturales y sin sulfatos que, aunque generan menos espuma, son más saludables. Muchos usan tensioactivos naturales derivados del coco y muy habituales en cosmética natural. Pero no te preocupes: como cuando cambias de desodorante, su piel y tu cabello se adaptarán rápidamente. Si en un primer lavado no estás del todo conforme, siempre puedes repetir, ya que en una segunda pasada se generará más espuma.

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