¿Por qué duelen tanto los golpes en el codo?

Todo el mundo sabe que golpearse el hueso del codo no es nada divertido. Lo que pocos saben es que esa sensación tan peculiar y poco placentera no proviene para nada del hueso.

En realidad sale del nervio cubital, un grupo de fibras sensibles que recorre el brazo y pasa detrás de la coyuntura del codo.

El nervio cubital comienza en la espina dorsal y se ramifica a través del hombro y el brazo, terminando en los dedos meñique y anular.
Capas de hueso y músculo ofrecen protección al manojo de neuronas a lo largo del brazo mientras envían y reciben señales desde y hacia el antebrazo y la mano.

El problema está en que cuando el nervio cubital llega al codo pasa detrás de una protuberancia del húmero llamada epicóndilo medial y a través de un pequeño canal de 4mm de longitud conocido como el túnel cubital, al lado del olécranon, el hueso con forma de gancho en el que el radio y el húmero se encuentran. Y en ese punto el nervio queda atrapado entre el hueso y la piel, sin demasiada amortiguación.

Así que cuando lo golpeás en el ángulo adecuado, lo que lográs es aplastar el nervio contra el epicóndilo medial. Es entonces cuando tenés esa extraña sensación que se produce cuando crees haberte dado en el hueso del codo, una mezcla rara de adormecimiento y cosquilla.

Y debido a que el nervio cubital es responsable del dolor y no el hueso del húmero como tal, esa sensación se traslada a lo largo del brazo y termina en los dedos meñique y anular.

FUENTE: CADENA BBC MUNDO

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