Mujeres usan palabras clave en las farmacias para escapar de la violencia doméstica durante la cuarentena

El domingo, una mujer entró en una farmacia en la ciudad francesa de Nancy, uno de los pocos lugares públicos que aún está abierto después de que el gobierno impusiera una cuarentena nacional para evitar la propagación del coronavirus.

Pero la mujer no estaba allí para buscar medicamentos sino para decirle al farmacéutico que su pareja había abusado de ella. Poco después, el esposo de la mujer fue arrestado por la policía.

A medida que la pandemia de coronavirus ha obligado a los países de todo el mundo a tomar medidas sin precedentes para restringir el movimiento de sus ciudadanos, las víctimas de la violencia doméstica de repente se encuentran atrapadas en casa con sus parejas abusivas. Y la mayoría de ellas no pueden, o tienen demasiado miedo, de llamar a la policía.

Teniendo en cuenta esta problemática, Francia -inspirada en un esquema similar en España- ha comenzado a decirles a las víctimas que se dirijan a las farmacias a realizar sus denuncias y, si no pueden hablar abiertamente en la tienda, simplemente pueden decir la palabra clave «máscara 19» al farmacéutico detrás del mostrador.

La mujer en Nancy fue la primera en buscar ayuda desde que el gobierno lanzó la iniciativa la semana pasada, cuenta a CNN la portavoz de Marlene Schiappa, la ministra francesa para la igualdad.

A medida que las medidas de bloqueo en Europa se vuelven más estrictas, las organizaciones de defensa de derechos de las mujeres y las fuerzas policiales están alarmando sobre un posible aumento en la violencia doméstica.

Estar confinado en casa con su abusador hace que las víctimas sean más vulnerables, porque no hay escapatoria. Además de eso, múltiples estudios han encontrado que los eventos emocionalmente estresantes pueden conducir a un aumento en el comportamiento agresivo en el hogar. Los investigadores identificaron tales picos durante la crisis económica de 2008, cuando ocurrieron grandes desastres naturales, y también durante los grandes torneos de fútbol.

Christophe Castaner, ministro del Interior francés, afirmó que hubo un aumento del 36% en la intervención policial para casos de violencia doméstica en París tras el comienzo del encierro obligatorio.

Como respuesta, el gobierno ha anunciado que pagará 20,000 noches en habitaciones de hotel para víctimas de violencia doméstica y abrirá centros emergentes de asesoramiento en supermercados.

Un problema que se agrava

«Siempre ha habido violencia de género, pero esta crisis empeora las cosas», asegura Simona Ammerata, una voluntaria que trabaja en un refugio para mujeres en Roma, Italia.

Pero el el problema no se limita a Europa. También hay informes preocupantes de otros países.

En Australia, el gobierno dijo que Google ha registrado la mayor cantidad de búsquedas de ayuda por violencia doméstica en los últimos cinco años durante el brote, con un aumento del 75%.

El gobierno australiano ha destinado un paquete de U$S 92 millones destinado a apoyar a las víctimas de violencia doméstica, familiar y sexual debido a las consecuencias del coronavirus.

«Refuge», una importante organización benéfica británica centrada en la lucha contra la violencia doméstica, dijo que una de las mayores preocupaciones es que las víctimas pueden verse incapaces de denunciar su terrible experiencia.

«Sabemos que, por lo general, la oportunidad para que las mujeres con parejas abusivas hagan una llamada y busquen ayuda es muy limitada», dijo Sandra Horley, directora ejecutiva de Refuge. «Ahora, es probable que la ventana se haya vuelto aún más pequeña», agregó.

Refuge está aconsejando a las mujeres que utilicen la llamada de emergencia «Solución silenciosa», que permite a las personas comunicarse con la policía usando un teléfono táctil sin necesidad de hablar. También ha implementado un chatbot en el que las víctimas pueden pedir ayuda.

Sin embargo, en la mayoría de los países las medidas tomadas para defender a las víctimas de violencia de género no parecen ser suficientes y se presentan como un problema que los gobiernos deberían resolver con urgencia si lo que se desea es proteger a las mujeres en peligro.

Deja un comentario