Llegó el equinoccio de otoño: qué es y cuáles son sus rituales

Con unas hojas al viento y colores otoñales, Google celebró hoy el equinoccio de otoño, un momento especial en el año en el que el día y la noche duran lo mismo, con excepción de los polos.

La mitad sur del planeta entra este jueves en el otoño, momento en el que los árboles se tiñen de colores rojizos y las calles parecen tener alfombras naturales, motivo por el cual el doodle de hoy está dedicado al cambio de estación.

El inicio del otoño varía cada año según la duración de la órbita de la Tierra alrededor del sol. A pesar de que se conoce que la Tierra demora 365 días en dar una vuelta alrededor del Sol, no siempre es así debido a los años bisiestos. Por este motivo es que el otoño puede comenzar el 19, el 20 o el 21 de marzo, dependiendo cada año.

Etimología

La palabra equinoccio procede del latín y significa «noche igual», lo que hace referencia al día y la noche de aproximadamente 12 horas cada uno y que tienen lugar solamente en los dos equinoccios del año. 

¿Qué ocurre durante un equinoccio?

Los equinoccios ocurren dos veces al año y son momentos en los que el día y la noche tienen la misma duración. Todos los planetas del sistema solar experimentan equinoccios. Este fenómeno tiene lugar cuando el sol se encuentra exactamente sobre el ecuador de un planeta. 

Esta división tan clara en nuestro día de 24 horas está vinculada a la misma razón por la que la Tierra tiene estaciones. El planeta gira en un eje con una inclinación de 23,5 grados respecto a su plano orbital. Esto significa que mientras la Tierra realiza su órbita de 365 días, los hemisferios se inclinan y por lo tanto están más cerca o más lejos de los rayos solares. 

Esto hace que el terminador, o línea divisoria entre la parte diurna y nocturna del planeta, pase por los polos norte y sur del planeta. Este ángulo hace que todo el planeta experimente la misma cantidad de luz y oscuridad durante un día dos veces al año.

Estos fenómenos bianuales se denominan equinoccio vernal y equinoccio otoñal. Junto con los dos solsticios del planeta, los equinoccios marcan el cambio de estación.

En el hemisferio norte, por ejemplo, el equinoccio vernal marca el inicio de la primavera en torno al 21 de marzo, mientras que el equinoccio otoñal indica el comienzo del otoño en torno al 22 de septiembre. 

A medida que se acerca diciembre, el hemisferio norte se inclinará cada vez más lejos del sol y recibirá sus rayos en un ángulo más pronunciado,lo que dará lugar a días más oscuros y a condiciones climatológicas más frías, propias del invierno. Finalmente, el sol alcanzará su punto más bajo en el cielo de mediodía, marcando el solsticio en diciembre. 

Celebraciones

A través de la historia, diversas culturas alrededor del mundo han celebrado las fechas que representaban un cambio de estación. Un ejemplo destacable es la antigua pirámide maya escalonada conocida como El Castillo, en Chichén Itzá, México. De forma exacta, durante la puesta de sol en los equinoccios de primavera y otoño, la luz solar baña la empinada escalinata de esta construcción en el ángulo justo para crear la espeluznante forma de una serpiente que parece deslizarse a lo largo de esta.

¿Sólo hay equinoccios en la Tierra?

Como ya hemos dicho, otros planetas del sistema solar también tienen estaciones y equinoccios, aunque a escalas mucho más extremas. Marte, por ejemplo, tiene una inclinación muy similar a la de la Tierra, por lo que experimenta el mismo tipo de estaciones, pero su distancia del sol implica que un invierno marciano puede llegar a durar la friolera de 154 días

Sin embargo, el planeta que sería una pesadilla para cualquier persona que sufra trastorno afectivo estacional (es decir, depresión invernal) es Urano. Su eje tiene una inclinación de aproximadamente 90 grados, lo que en esencia significa que gira sobre un lado durante su órbita de 84 años alrededor del sol. Esto se traduce en interminables inviernos que duran 42 años.

En algunos planetas, las variaciones estacionales pueden incluso alterar la vista de estos objetos celestiales. Durante un equinoccio de Saturno, que ocurre cada 15 años terrestres, el sol brilla justo sobre los famosos anillos del planeta, bañándolos en sombras que revelan su estructura tridimensional. 

El equinoccio como tiempo de cosecha 

20 – 23 de Marzo (Hemisferio Sur)
20 – 23 de Septiembre 
(Hemisferio Norte)

El equinoccio de otoño sucede cuando el Sol cruza el Ecuador. Llamado «Mabon» por la reina celta de las hadas, Mab. Esta festividad representa la cosecha. La promesa hecha en el verano y ahora convertida en realidad. La madre tierra dando a sus hijos los nutrientes y la abundancia, los elementos necesarios para sobrevivir el invierno por venir. Pero al mismo tiempo, simboliza la concepción de la muerte de las plantas convirtiéndose en renacimiento a través del misterio de las semillas.

Este el día en que el dios de la luz es vencido por el dios de la oscuridad, es la época del año en que la noche vence al día.

En la Rueda del Año, Mabon es un tiempo para descansar del trabajo duro, es un tiempo que nos obliga a reflexionar sobre lo que hemos hecho, también es un tiempo ideal para el aprendizaje, para la lectura y la preparación personal e interna, con todo lo que hemos aprendido en la primera parte del año.

La lectura y el aprendizaje serán las prioridades para llenar nuestros corazones con verdades y palabras que digeriremos en estos días de calma y retraimiento obligado, debido al mismo clima.

Según quienes los practican, nunca deben iniciarse hechizos o trabajos en ésta época debido a que no cuentan con la luz para llegar a buen fin, solo se deben hacer rituales de agradecimiento por los frutos recibidos.

   

Algunos rituales: 

  

1. El ritual del vino

Mabon festeja la cosecha de frutos y bayas que nos alimentan durante los oscuros días de invierno que están próximos. Unos de los rituales característicos es el ritual del vino. 

PROCEDIMIENTO: 

Se necesitan 5 vasos de vino de bayas y un lugar a campo abierto donde estos puedan ser vertidos al suelo. 

Lo óptimo es hacer este ritual al anochecer o al amanecer, cuando la luz y la oscuridad parecen estar en perfecto equilibrio, al igual que lo están en las 24 horas del período del equinoccio.

Dibuje un circulo a su alrededor y ponga un vaso en cada uno de los puntos cardinales: Norte (tierra), Este (aire), Sur (Fuego), y Oeste (agua). Ponga al otro vaso en el centro.

Empezando en cualquier lugar del círculo, comience a moverse en el sentido contrario a las agujas del reloj, derramando el vino en el suelo para rendir un homenaje a los espíritus de la naturaleza y a los elementales que guardan la tierra mientras esta se prepara para su siesta invernal. Por último, beba el vaso de vino del centro como ofrenda y brinde por la Diosa, que ahora descansa tras haber dado a luz la cosecha.

   

2. Ritual de renacimiento y cambio

Se supone que este ritual hace que este inicio de periodo sea fecundo para la persona que lo realiza. Así que aprovecha esta oportunidad de cambio para que no se ralentice tu desarrollo de vida.

Solamente necesitarás los siguientes elementos:

– Una vela

– Una hoja en blanco

– Un bolígrafo o rotulador azul

Para realizar el ritual tenés que buscar un lugar en tu casa en el que estés tranquilo y puedas llevar a cabo sin que te molesten.

1.- Escribí en la hoja una lista de aquello que haya sido problemático para vos durante este año. Es decir, todo aquello que consideres que ha supuesto un retraso para tu avance en la vida. Incluí  en esta lista tanto lo material como lo emocional.

2.- Encendé la vela y meditá mentalmente sobre aquello que querés zanjar, lo que ya no deseás que se cruce más en tu día a día.

3.- A continuación mirá la llama de la vela, y sé consciente de que esta luz te va a traer el equilibrio, la paz y la plenitud de la vida.

4.- Luego leé en voz alta toda la lista con tus problemas.

5.- Con mucho cuidado, una vez que hayas terminado de leerlo todo, quemá el papel con la llama de la vela. A la vez que el papel se vaya consumiendo, repasá mentalmente como todos esos problemas que te están amargando la vida se van consumiendo.

6.- Cuando el papel se haya consumido totalmente, se cree que tus problemas se habrán quemado.

7.- Tirá esas cenizas FUERA de tu hogar y regresá al lugar donde has realizado el ritual y enfocate, en silencio, en tu respiración y dejá que te invada la sensación de estar en calma y de no tener más problemas, y da gracias por esa situación. 

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