Estas estatuas se vuelven invisibles gracias a la física cuántica
Julian Voss-Andreae es un escultor alemán, nacido en 1970,que vive en Oregon. Comenzó como pintor y luego cambió su rumbo para estudiar física, matemática y filosofía en las Universidades de Berlín, Eninburgo y Viena.
Voss-Andreae obtuvo su título en física cuántica, participando en un experimento considerado uno de los más modernos hitos de unificar nuestra diaria intuición con el famoso mundo bizarro de la física cuántica.
Se mudó a los Estados Unidos para estudiar escultura en el Northwest College of Art, donde se graduó en 2004.
Su trabajo, a menudo se inspira en la ciencia, ha capturado la atención de instituciones y coleccionistas de los Estados Unidos y del mundo. Muchos de las encargos incluyen sus monumentos a gran escala para la Universidad de Rutgers, la de Minnesota, Teach Tech University y el Instituto de Tecnología de Georgia. Su trabajo ha sido en medios impresos y de difusión en todo el mundo.
Según dijo en una entrevista “Siempre me gustó leer sobre arte popular en revistas de ciencia. Pero realmente me dediqué a la física luego de leer el sorprendente libro de Roger Penrose: La nueva mente del emperador.
De acuerdo a la física cuántica, el mundo es bastante diferente a lo que parece. Dibujando la inspiración desde la naturaleza de la realidad, Julian Voss-Andreae creó una imagen de un humano caminando como un objeto cuántico. Se llama “Quantum man”.
Hecho de 115 láminas de acero paralelas, la escultura es una metáfora del mundo intuitivo de la física cuántica. Simboliza la natural dualidad de la materia con la apariencia de la realidad clásica sobre la superficie y la conducta, pero se disuelve en casi la nada, cuando se ve desde un costado. Mide 2,5 mts.