Estafas telefónicas: Cómo prevenirlas

Los estafadores que operan por teléfono cuentan con varios trucos, pero los más comunes son hacerse pasar por un familiar de la víctima o por un policía. El engaño más común consiste en llamar a la víctima y decirle que un pariente está en problemas y necesita dinero de forma urgente.

Sin embargo, a veces los delincuentes se hacen pasar también por policías. El engaño consiste en decirle al que atiende que hubo un robo en el barrio y convencerlo de que entregue sus cosas de valor a un policía o que transfiera dinero a una cuenta en el exterior.

Si en el display del teléfono aparece el número de emergencias -como el 911, por ejemplo-, desconfíe: estos son números para atender emergencias, pero desde los cuales nunca se realizan llamadas.

Por otra parte, cuando la policía necesita hablar con alguien de algo, lo hace personalmente, tocando a la puerta del domicilio, y no llamando por teléfono. Además, autoridades como la policía o la justicia nunca transmiten sus requerimientos por teléfono.

En líneas generales, siempre hay que desconfiar cuando se piden por teléfono datos personales como el número de cuenta bancaria. Nunca hay que dar este tipo de información vía telefónica. Lo mejor es cortar estas conversaciones cuanto antes, sin temor a quedar como un maleducado. Mejor eso que ser estafado.

Si el llamado del presunto pariente le suena raro, lo mejor es pedir algo de tiempo para pensar, y si es necesario, de forma vehemente. En esos casos siempre se puede acudir a otro pariente y pedirle ayuda, o tratar de averiguar si efectivamente hay un miembro de la familia en problemas. También sirve hacerse anotaciones sobre la mejor forma de actuar y dejarlas junto al teléfono, o llamar a la policía.

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