Desenchufate: recuperá tu cordura y tu vida
Entre el correo electrónico, los teléfonos celulares y los trabajos cada vez más exigentes, a veces sentimos que nuestra jornada no termina más. Nunca hemos sido tan esclavos de nuestras obligaciones. Y ni hablar si tenemos que trabajar en un ambiente complicado.
La rutina y las presiones muchas veces nos pasan por encima y afectan a nuestra salud. Y lo peor es que permitimos que esto ocurra.
Hoy se sabe que el stress mata. Pero el mayor problema es que muchas veces no sabemos que estamos estresados hasta que es muy tarde y colapsamos.
Sentimos que no hay nada que podamos hacer para liberarnos. Que el mundo y nuestros empleos se caerán si dejamos de estar atentos y a la defensiva o si no respondemos ese correo inmediatamente. Pero no es así. Existen varias herramientas que pueden ayudarte a desenchufarte un rato todos los días y a cuidar más tu salud y tu vida interior.
Aquí le damos algunos consejos para desconectarte y que podés poner en práctica ya mismo.
1. Dedicá un momento del día sólo a vos. Puede ser media hora, incluso dos. Lo importante es que todos sepan que por un rato no vas a estar disponible. Dejá de lado el celular y respetá (y hacé respetar) tus propios límites. Lo importante es que dejes de lado las obligaciones y pienses sólo en vos. Tomate ese turno de masajes que hace tiempo que querés, dormí una siesta al sol, escuchá tu música preferida… Hay miles de opciones que pueden hacerte feliz.
2. Escapate. No tenes que dejar tu trabajo o tu hogar para encontrar un lugar privado y tranquilo. Se trata de encontrar un lugar en el que nadie te moleste y puedas estar solo por unos momentos. Ni hablar si tenés la posibilidad de viajar el fin de semana a ese sitio que te llena de paz. Las montañas, el mar, el campo ya de por sí tienen ese ambiente calmo que necesitás.
3. Buscá el verde. Ya sea en tu jardín o en un parque, el contacto con la naturaleza hace bien. Limpiar la cabeza el ruido y de la tecnología que tanto ahora nuestras vidas puede ser el respiro que necesitás. Dá un paseo, sentate un ratito al sol puede hacer una gran diferencia.
4. Leé. Los libros pueden ser un gran escape. Buscá algún autor que te entretenga y te despeje y liberá tu mente de las tensiones. Buscá algún momento del día para leer, o dedicale al menos unos minutos antes de dormir.
5. Meditar. Cada vez es más la gente que opta por esta herramienta para liberarse del stress. La meditación es una excelente manera de bajar los decibeles y recargar tus baterías.
6. Poné límites a los correos electrónicos. Imponete una norma y cumplila. Puede ser sólo leer tus mails en horarios de trabajo, o proponerte hacerlo sólo una vez al día. Pero dejá de ser esclavo de tu computadora y tu celular y aprendé a marcar límites respecto a tu horario laboral y tu tiempo personal.
7. Apagá el televisor y la computadora. No nos damos cuenta pero es increíble la cantidad de tiempo que podemos pasar mirando la televisión o navegando en Internet. La mayoría de las veces ni siquiera buscamos cosas que nos sirvan sino que simplemente los usamos para pasar el tiempo. Ok, la computadora y la televisión son herramientas de entretenimiento, pero no pueden consumirte tantas horas de tu día. Apagá las pantallas y dedicate a vivir en lugar de ver la vida a través de un monitor. A la larga todas esas horas frente a la pantalla, no te habrán sumado absolutamente nada. Así que no pierdas tiempo valioso que podrías estar disfrutando junto a tus seres queridos.
8. Hacé ejercicio. Dejá las preocupaciones en la oficina, ponete las zapatillas, buscá buena música y dedicá al menos media hora de tu vida a realizar actividad física. Tu cuerpo y tu mente necesitan de este tiempo. Ni hablar si preferís alguna opción al aire libre.