¿Cómo evitar que el estrés afecte la salud de la piel?

Llevar un ritmo de vida frenético, ir siempre con prisas, no parar ni un minuto a respirar y relajarte, dormir poco y mal… ¿Te suena? Si has respondido que sí es que vivís con estrés y, muy probablemente, tengas lo que conocemos como una piel estresada.

Granitos, acné, erupciones cutáneas, brotes agudos de dermatitis, sequedad, picor, enrojecimiento, manchas… Los especialistas dermatológicos coinciden en que muchos de los problemas de la piel pueden agravarse por estrés.

Ante situaciones de estrés crónico, ¿qué sucede en la piel?

  • Aumenta la producción de adrenalina y cortisol, haciendo que se desequilibre el funcionamiento del sistema hormonal y la producción de las glándulas sebáceas, dando como resultado una dermis más grasa de lo habitual o con granitos y acné.
  • La liberación de cortisol como respuesta al estrés también afecta directamente al colágeno y la elastina, proteínas responsables de la elasticidad, firmeza y aspecto joven de la dermis. En consecuencia, las situaciones de estrés inciden en la aparición de arrugas y en el envejecimiento prematuro de la piel.
  • Aumenta la proliferación de radicales libres, descompensando los antioxidantes, fundamentales para la salud de nuestra piel, y causando estrés oxidativo en las células cutáneas.
  • Nuestro cuerpo libera histamina, relacionada con las alergias en la piel, picazón y brotes de dermatitis atópica.
  • Se debilita el sistema inmunológico, estando más expuestos a afecciones como herpes, calenturas, psoriasis…
  • Se ralentiza la circulación sanguínea, por lo que no llegan a la piel los nutrientes que necesita para mantenerse sana e hidratada.

¿Cómo detectar una piel estresada?

Si nos adentramos en el estrés y sus efectos en la piel, veremos que en realidad las situaciones que nos angustian o nos crean ansiedad en altos niveles hacen que nuestra piel reaccione avisándonos de que algo no está funcionando correctamente.

Si observás alguno de estos síntomas que te listamos a continuación, y además ves que en tu agenda no cabe ni un hueco y que tus preocupaciones no te dejan vivir tranquila… es muy probable que el estrés esté causando problemas en tu piel.

Piel apagada, sin brillo ni luminosidad

Una piel triste, grisácea, sin ese color rosado que denota salud y brillo, es una dermis que puede estar sufriendo por estrés.

Excesiva reactividad e irritabilidad de la piel

Una piel estresada está constantemente en alerta, por lo que reaccionará ante cualquier elemento que pueda considerar enemigo. Esto hará que estrés y erupciones en la piel, rojeces, picores, eccemas, granitos, alergias cutáneas… sean lo más común.

Aparición de acné o granitos

Aunque es cierto que el acné es más frecuente en algunas etapas de la vida (en la adolescencia, en el embarazo…), en ciertas situaciones podemos observar que nos salen granos en la cara por nervios o ansiedad. Es mucho más habitual de lo que nos imaginamos y a menudo pueden tratarse y corregirse con una disminución de los niveles de estrés.

Sequedad y deshidratación de la piel

El estrés incide directamente en la hidratación de la piel, ya que el agua se evapora con más facilidad y se debilita la barrera natural que evita la deshidratación y la protege de los agentes externos. Una piel estresada presentará sequedad cutánea acompañada de descamaciones, tirantez, aspereza… Por ese motivo, y como veremos más adelante, Bio-Oil Gel para piel seca puede ser tu gran aliado para combatir la sequedad que nos produce el estrés.

Arrugas y envejecimiento prematuro

Uno de los efectos más visibles del estrés en nuestra piel es la aparición temprana de líneas de expresión y arrugas, ya que el cortisol ataca directamente a la producción de colágeno, elastina, y de ácido hialurónico, que hacen que la dermis se mantenga joven, con firmeza y sin flacidez.

Brotes agudos de otras afecciones cutáneas

Si ya eres propenso/a a padecer enfermedades de la piel como psoriasis, dermatitis (atópica o seborreica), rosácea o incluso vitíligo (una tipología de manchas blancas en la piel), debes tener en cuenta que pueden agravarse a causa de situaciones de estrés continuado.

¿Cómo atenuar los signos de estrés en la piel?

1. Entra en modo zen: calma y tranquilidad

Lo primero que hay que hacer es rebajar el estrés en tu vida, buscando actividades que te relajen como la meditación, la respiración consciente, el mindfulness, masajes desestresantes, el yoga, la natación… y planificar mejor tu rutina para que haya tiempo para todo (trabajo, ocio y descanso). El mindfulness
es una de las mejores prácticas para reducir el estrés. Ayuda a relajarnos y a mejorar la circulación sanguínea. Prácticas como el yoga o el pilates ayudan a potenciar el mindfulness, y relajar la mente. Darno un descanso al día y relajar nuestro cuerpo y mente es necesario. Dedícate tiempo y esfuerzo con esta práctica para así evitar que el estrés aumente.

2. Visita al especialista

Como siempre te recomendamos desde Bio-Oil, es importante que acudas al dermatólogo/a periódicamente o ante cualquier cambio significativo en tu piel.

3. Dormir suficientes horas: es uno de los aspectos más importantes. Dormir las horas necesarias es fundamental para que puedas ser mucho más productivo. Si no dormís bien lo irás notando poco a poco y sobre todo también en tu piel. Una buena idea es que si puedes o por lo menos el fin de semana aproveches para hacer una siesta. Dormir alrededor de 20 minutos es más que suficiente para recargar energía y reducir los niveles de cortisol en sangre.

4. Lleva una buena alimentación: cuando estamos estresados y tenemos ansiedad caemos en el error de ingerir alimentos con mucha azúcar. Intenta evitar los ultraprocesados y apuesta por una alimentación más saludable. Tranquila, podés seguir comiendo chocolate, pero ¿por qué no lo cambias por chocolate negro? Una onza al día se chocolate negro te ayudará a tener esa dosis de azúcar que tanto necesitas. Además, sacia bastante, y mucho mejor si es cacao del 70% o más.

5. Hacer ejercicio: hacer ejercicio ayuda a mantenernos en forma, a evitar una vida sedentaria y también a reducir nuestros niveles de estrés. Si además, lo combinamos con buena música, entonces tenemos el mix perfecto. Dedicate una hora simplemente de ejercicio al día y notarás como incluso estás de mejor humor.

6. Probá las infusiones: si normalmente somos personas muy nerviosas y a esto le sumamos que tenemos estrés ya sea personal o profesional, no deberíamos ingerir mucho café. Apostá por opciones incluso más sanas como el té con o sin teína. Las infusiones son muy buenas para el organismo, nos ayudan muchas veces a relajarnos pero además también son diuréticas, por lo que te ayudará a que te olvides de la retención de líquidos.

7. Prepará un día de belleza: date un homenaje con un día solo para vos, ya sea en casa o en tu salón de belleza. Lo ideal es que este día te lo dediques a vos misma y le des mucha importancia a este tiempo. Mascarillas, manicuras, pedicuras, cuidado de la piel…Todo lo que implique un momento de belleza para ti es válido. Incluso si lo prefieres puedes hacer esta rutina de belleza un día con amigas, ya verás qué bien te lo pasas con ellas.

Consejos para evitar una piel cansada

Antes de empezar con tu rutina para una piel cansada es necesario que cumplas con los objetivos anteriores. Te ayudarán a que tu piel se vea de otra forma. Sentirse bien es fundamental, y estresarse sirve de poco. Anota estos consejos y mima tu piel como se merece tengas la edad que tengas:

  • Duchas con geles sin parabenos: sobre todo en verano nos duchamos con mucha más frecuencia. El sudor hace que las duchas aumenten, por lo que es importante que al menos los geles que utilices no resequen la piel. Utilizá geles y jabones de famacia o por lo menos que tengan 0% de alcohol y parabenos. Entre más naturales mejor, y lo mismo con las cremas corporales.
  • Cremas hidratantes a diario: el estrés hace que se incremente el envejecimiento prematuro de la piel. Para evitarlo o por lo menos prevenirlo es importante que utilicés las cremas necesarias y cuides tu piel. Existen multitud de opciones, aunque dependerá tu elección del tipo de vital que tengas: mixta, seca o grasa. Cualquier crema que elijas para tu piel te ayudará a mantener un rostro más hidratado y radiante.
  • Exfolia tu piel: es importante que para evitar los signos del cansancio cuides tu piel y la exfolies. La exfoliación es muy importante para eliminar las células muertas de nuestra piel. Además, se estimula a la renovación de nuevas células, lo que promueve una piel más suave y radiante.
  • Incorpora una buena limpieza: limpia bien tu cara tanto por la mañana como por la noche. Es importante que antes de aplicar todos los productos tengas las cara bien limpia. Con esto podrás prevenir incluso que te salgan granitos, ya que una piel sucia es mucho más propensa a que le aparezcan estos pequeños indeseados.
  • Utilizá agua fría: siempre en la cara usa agua fría. Esto te ayudará a refrescar el rostro y prevenir también las arrugas.
  • Bebé entre un litro y medio y dos litros al día de agua o líquidos diarios: la piel también se hidrata desde dentro, por ello, si la aportamos suficiente cantidad de agua u otros líquidos como jugos naturales de frutas o infusiones, estaremos contribuyendo a que recupere su vitalidad.

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