14 consejos sencillos y económicos para combatir el frío

El frío ha llegado brutalmente con una ola polar que afecta a todo el país y es el momento de tomar medidas sencillas y sobre todo económicas para combatirlo. Aquí te damos algunas ideas:

1. La alimentación: Durante las épocas de frío es fundamental nutrirnos de alimentos calóricos, que nos ayudarán a acumular reservas de energía, ya que nuestro organismo necesita más calorías para mantener el calor corporal y corremos el riesgo de enfermar más que durante los meses de calor. Uno de los alimentos por excelencia para combatir el frío es la sopa. Los caldos ayudan a mantener la temperatura corporal y además nos hidratan. En invierno bebemos mucha menos agua que durante el verano, pero sin embargo nuestro cuerpo la necesita igual. Además de ayudarnos a entrar en calor, la sopa tiene propiedades antiinflamatorias, especialmente las que incluyen pollo, que nos ayudan a prevenir infecciones respiratorias.
En invierno las comidas tradicionales son más contundentes e hipercalóricas. Esto no es una casualidad. Con el frío gastamos más calorías y por eso los alimentos tienden a ser más calóricos. Por eso comidas como cocidos o guisos son básicos en esta época del año, y no debes renunciar a ellos.
Para conseguir esos aportes de energía extra que nuestro cuerpo necesita, puedes optar por recetas que combinen carne con guarniciones de pasta o arroz, ya que estos alimentos son ricos en carbohidratos.

2. La planta mágica: Después de leer esto no dejarás de hornear muñecos de jengibre. Y es que un estudio hecho por investigadores de la Biblioteca Nacional de Medicina encontró que este ingrediente ayuda a elevar la temperatura del cuerpo. Esto se logró tras analizar a varios ratones a las que se les suministró jengibre bajo temperaturas frías. Además de quitarte el frío, esta planta puede ayudarte en los momentos en los que tu salud se encuentre vulnerable ya que, según la Biblioteca Nacional de Medicina, ayudaría a aliviar los resfriados, mareos, problemas estomacales, y dolor menstrual, así como la artritis.

3. ¿Qué pasa con el alcohol? Si cuidarte del frío quieres, beber alcohol no debes. Y es que se ha comprobado que el consumo de este tipo de bebidas podría producirte una leve sensación de calor; sin embargo, lo que realmente sucede es que disminuye tu temperatura corporal y por si fuera poco aumenta el riesgo de que presentes hipotermia. La razón por la que te sientes “calentito” mientras bebes una copa de alcohol es por que los vasos sanguíneos se dilatan y envían sangre caliente hacia la piel. No obstante, este efecto es temporal ya que al final lo único que se logra es que se reduzca la capacidad de tu cuerpo para combatir el frío.

4. Ponete picante: Según la experta Stephanie Watson, la capsaicina, un químico presente en el chile, actúa como un estimulante de los receptores nerviosos de la boca y hace que se envíen señales al sistema nervioso como si el cuerpo estuviera caliente, lo que deriva en que comiences a sudar. Esta técnica podría ayudarte con el frío. En el estudio, que fue publicado en marzo de 2013 en la revista científica Plos One, se encontró que pese a la temperatura que se llega a registrar en la cordillera del Himalaya, en Asia (-25 grados Celsius), el grupo de monjes pudo incrementar su temperatura corporal a 38,3 grados a través de la meditación.

5. En invierno, mejor mal acompañado que solo: La soledad es un estado que literalmente podría dejarte congelado. Un estudio hecho por investigadores de la Universidad de Toronto determinó que la falta de un contacto social puede conducir a consecuencias que se manifiesten en tu físico, como por ejemplo, presentar disminución en tu temperatura corporal. En la investigación se formaron dos grupos de personas: uno tuvo que recordar una situación de exclusión y el otro, una de inclusión. Al invitar al primer grupo a que determinara la temperatura del sitio donde se hallaban, éste afirmó que era muy baja, a diferencia del otro grupo que dijo lo opuesto. A la hora de llegar a la cama, el frío hace mella y la sensación es similar a la de estar en cualquier explanada de Siberia. Por ello se recomienda que se duerma acompañado y buscar caricias bajo las sábanas. También ayuda tener varias capas de las mismas sobre el cuerpo.

6. Las defensas: Mantener el organismo alto de defensas para evitar consecuencias fatales de estos cambios bruscos de temperatura. Por ello se recomienda mantener unas buenas pautas de higiene en casa.

7. Masajes: Si podes masajear las manos y los pies conseguirás que la circulación sanguínea siga su flujo y también que la temperatura corporal aumente. El frotarse las manos es uno de los gestos habituales que también nos permitirá entrar en calor.

8. Cambio de las sábanas del dormitorio. Ya las finas no tienen cabida salvo como complemento. Saca el nórdico y las mantas de felpa que permitan descansar de una forma agradable.

9. Mantener los hábitos de higiene corporal y optar por duchas de agua caliente el mayor tiempo posible. Eso sí, se recomienda tener un cuarto de baño lo suficientemente aislado de la temperatura. En caso contrario contemplar la opción del radiador debe ser valorada con minucioso detenimiento ya que puede tener consecuencias catastróficas.

10. Una infusión caliente o un vaso de leche justo antes de dormir también ayudará a combatir el frío y además nos permitirá descansar mejor.

11. Realizar ejercicio a fin de entrar en calor en cualquier espacio de casa. Basta con ejercicios como abdominales o sentadillas las cuales aumentarán las pulsaciones y la temperatura corporal.

12. Situar puntos calientes en el hogar y hacer vida ahí. Por ejemplo, si el salón de casa está acondicionado con los radiadores a pleno rendimiento se plantea este como lugar idóneo para pasar el mayor tiempo posible.

13. Por supuesto, la indumentaria es fundamental. Huye de la ropa de entretiempo o de la que portabas en verano. Ya ni un vaquero nos puede aislar del frío , así que cuantas más capas mejor, pero siempre manteniendo un rito higiénico.

14. El poder de la mente: Según los monjes tibetanos, controlar tu “energía interior” puede hacer que se eleve tu temperatura corporal. Y para comprobar esto, investigadores de la Universidad Nacional de Singapur analizaron a unos monjes que fueron capaces de aumentar su temperatura corporal central y secar sábanas mojadas que estaban encima de ellos.

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