10 malos hábitos que aceleran el envejecimiento

Los años nos pasan a todos y envejecer es parte natural de la vida. Y aunque no está en nuestras manos detener el tiempo, sí podemos erradicar algunos malos hábitos que sin saberlo día a día nos añaden años.

1. NO DORMIR CORRECTAMENTE: Acostarte tarde o inmediatamente después de apagar la computadora o de cenar. Dormirte con el televisor prendido o en un dormitorio con poca corriente de aire: todas estar cosas perjudican a un sueño adecuado. El dormir como truco de belleza no es ningún cuento ni una frase hecha de las estrellas. La privación del sueño causa bolsas bajo los ojos, parpados caídos y cansados y palidez, además de tener efectos nocivos en nuestra salud en general. Convertí a tu dormitorio en tu santuario, no repares en cambiar ese colchón viejo o en comprarte unas lindas sábanas y una almohada adecuada para tus cervicales. Los beneficios son enormes.

2. NO PERDONAR: El resentimiento, la envidia y la ira son sentimientos que aunque no te des cuenta te envejecen y te afean. Ser capaz de dejar estos sentimientos atrás, de soltar todas aquellas cosas que nos provocan daño no sólo nos hace crecer sino que también nos hace ver más frescos. Un estudio publicado por el «Journal of Medicine» demostró que el resentimiento incrementa la actividad de los síntomas nerviosos, contribuyendo a una peor calidad del sueño. Además, el rencor aumenta el estrés y junto con él la hormona cortisol, que contribuye a ganar peso, aumenta la presión sanguínea, eleva el azúcar en sangre y aumenta el riesgo de diabetes. Conclusión: Aprendé a soltar.

3. NO HACER EJERCICIO: No se trata sólo de una cuestión estética, hacer ejercicio no sólo nos ayuda a mantenernos en forma sino que trae enormes beneficios para nuestro físico y para nuestra mente. No se trata de «matarse» en el gimnasio de vez en cuando, sino de hacerse todos los días al menos 30 minutos para caminar. Obligarnos a realizar cualquier tipo de actividad física todos los días nos ayudará a mantener la cabeza en eje y a prevenir enfermedades relacionadas con la edad. El ejercicio mantiene a raya la tensión, mejora tu estado de ánimo y nos mantiene fuertes y flexibles a lo largo de los años.

4. FUMAR: Sabemos que te gusta, sabemos que es difícil dejarlo, pero es momento de dejar los cigarrillos si lo que deseás es una vida larga y saludable. Existe un claro vínculo entre fumar y la longevidad; cuanto antes lo dejes, más años vivirás. Un estudio publicado en la American Journal of Public Health en 2002 demostró que los fumadores que lo dejan a los 35 años añaden aproximadamente 8 años a su esperanza de vida, en comparación con la gente que sigue fumando. Si bien no es nada fácil, quienes dejaron este hábito nocivo aseguran haber sentido los beneficios a partir de las 24 horas de haberlo abandonado. ¡A probar!

5. FROTARTE LOS OJOS: La piel de toda la zona de los ojos es sumamente frágil. Si la descuidás, si no utilizas cremas o si frotás tus ojos al estar cansada estás haciendo un daño que puede no tener marcha atrás. Frotarlos rompe el colágeno y la elasticidad de la zona, lo cual provoca arrugas. Para aliviar tus ojos cansados e irritados, en lugar de frotarlos, probá colocarte las famosas bolsas de té frío durante 10 minutos. Además, diariamente usá cremas que contengan vitaminas K y D. Una dieta equilibrada y tomar mucho líquido también te ayudará.

6. BEBER ALCOHOL EN EXCESO: Una cantidad moderada de alcohol tiene beneficios para tu corazón, pero un exceso acorta tu vida, según un estudio publicado en enero de 2013. Las mujeres con dependencia al alcohol mostraban un ratio de muerte de 4.6 más alta en comparación con la población general. Los hombres con dependencia al alcohol tienen casi el doble de probabilidades que el resto de los hombres de morir demasiado pronto. El exceso de alcohol puede terminar en un fallo cardiaco y tensión alta en sangre, así como cirrosis en el hígado y aumento de peso.

photo-1429279905410-894d3980828b7. NO SABER RELAJARSE: Apagar la compu y el celu, hacer meditación, tirarte a escuchar música al solcito, caminar, sentarte en una plaza a leer un libro… ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo así? El trabajo y los problemas muchas veces nos arrastran con ellos y no encontramos el espacio para relajarnos al menos diez minutos al día. Según un estudio publicado por el «Journal of Aging Research», las personas con estilos de vida de estrés moderado-alto durante varios años tienen una tasa de mortalidad un 50% más alta. El estrés crónico se asocia a muchas enfermedades, incluyendo cardiovasculares, asma y desórdenes autoinmunes, así que es hora de aprender a controlar el estrés. Se recomienda seguir estos cuatro pasos: evitar la fuente de estrés, cambiar tu reacción a la misma, aceptar las cosas como son o adaptarse cambiando tus expectativas.

8. COMER MAL: Vivir de la comida rápida o de un exceso de harinas y dulces no sólo no nutre nuestro organismo sino que aumenta los niveles poco saludables de sodio, grasas y colesterol, lo cual acelera el proceso de envejecimiento y aumenta tus probabilidades de obesidad y de tener problemas cardíacos. Evitar la comida procesada y comer más frutas, verduras, comidas sin procesar o ricas en omega-3 favorecen una piel saludable y, por tanto, la aparición de las arrugas así como un organismo más sano.

9. BEBER POCA AGUA: Aumentar la cantidad de agua que bebés a diario es la clave de una piel más sana y fresca. El agua es esencial para mantener la hidratación de la piel, mantener los nutrientes esenciales a la piel y limpiar las impurezas. Si las cremas hidratan de afuera hacia adentro, el agua tiene el mismo efecto de adentro hacia afuera. El escaso consumo de líquido puede causar en la piel deshidratación, tirantez, escamas y, en general, hará que parezcas mayor. Además, la falta de una hidratación adecuada puede tener efectos nocivos en el sistema cardiovascular, renal y en el sistema nervioso.

10. NO TENER VIDA SOCIAL: Juntarse con amigos, salir, desenchufarse de la rutina y el trabajo, armar nuevos planes favorecen a una vida más feliz y por ende más joven y sana. Los beneficios de reír y de mantener una buena red de amigos tiene enormes beneficios en nuestra salud. Así que ya sabés: menos computadora, menos sedentarismo, menos encierro en casa con la tele y más relaciones cara a cara.

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