¿Sabías que existe una web de citas sólo para amantes de la literatura?

The Omnivore, un sitio especializado en literatura, ha encontrado la llave maestra para darse a conocer en todo el mundo. Acaba de lanzar una página de citas sólo para amantes de la literatura: la novedad fue publicada en The NewYorker e inmediatamente se contagió en todos los medios.

El sitio de citas se llama Omnivore Pin-Up, funciona para personas que buscan el amor en Londres y, en vez de preguntar a qué se dedica en su tiempo libre o de qué color tiene el pelo el candidato a encontrar el amor, les pregunta qué están leyendo en ese momento y cuál es el escritor por el que sienten debilidad. Por supuesto, las fotos de los participantes dan mucha importancia al libro que están leyendo en ese momento.

Aparecer en la zona de ligues de The Omnivore no es sencillo. Los responsables del site vigilan los perfiles con el mismo celo que las críticas que publican. “Para nosotros, la crítica profesional y hacer de celestinas son dos caras de la misma moneda“, explica Anna Baddeley, que trabaja para The Omnivore. “Seleccionamos nuestros pin-ups (el nombre de los candidatos) con tanto cuidado como las críticas de libros”. Como señala otra de las trabajadoras de The Omnivore, los títulos de las estanterías de cualquier persona (candidatos al amor incluidos) dicen mucho de una persona.

Toda esta aventura tiene detrás una historia de amor (trágica, claro está) de Fleur Macdonald, la cofundadora de The Omnivore, que descubrió a su entonces amado leyendo una edición cutre de Virgilio y no tuvo más remedio que dejarlo, como recoge con humor The Telegraph. Decidida a que nadie pasase por el mismo mal trago, creó esta sección. Las preguntas clave para saber si el otro conviene o no son las que ofrece el test de The Omnivore Pin-Up: cuál es el libro más sexy que jamás han leído, cuál será su próxima lectura y por qué autor tienen una cierta inclinación (la palabra inglesa crush es perfecta para explicar la sensación que quieren localizar).

Por el momento ya han organizado una cita gracias a los perfiles de los candidatos. Como era de esperar, los interesados no se identifican con una rosa sino con su libro favorito.

 

FUENTE: Librópatas

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