Carrie, la adolescente incomprendida creada por Stephen King, cumple 50 años
«Mañana, Carrie cumple 50 años. No puedo creer estar vivo para verlo». Así anunciaba ayer el gran escritor Stephen King el cumpleaños de una de las adolescentes más incomprendidas y terroríficas de la literatura universal.
Carrie, la joven hija de una fanática religiosa, la víctima del bulling de sus compañeros de colegio, la chica que a pesar de poder mover objetos con la mente, sólo quiere ser normal, ha llegado al medio siglo de vida tan vigente como el primer día.
Transcurría el año 1974 y Stephen King se encontraba malviviendo en una casa rodante en Maine junto a su esposa Tabitha Jane Spruce. La pareja se había conocido en la universidad, tenía dos hijos pero apenas llegaban a fin de mes. De hecho, tenían cortado el teléfono, por lo que King no pudo recibir la llamada que le comunicaba que su novela ‘Carrie’, su cuarto intento como narrador, iba a ser publicada.
‘Carrie’ fue un éxito inmediato. La primera tirada del libro fue de 30.000 ejemplares, King recibió 2.500 dólares de adelanto -había estado ganando unos 6.000 al año, sobre todo como maestro de Institutos- pero cuando la editorial New American Library compró los derechos para la edición ‘rústica’, apenas un año después, King y sus editores originales se repartieron 400.000 dólares. Ese mismo año, el libro alcanzaba el millón de copias vendidas.
Carrie es uno de los libros más censurados en las escuelas de EE. UU. y su trama fue tan polémica que la película incluso estuvo prohibida en Finlandia.
La mayor parte del libro está escrito con una estructura epistolar en forma de recortes de noticias, cartas, extractos de libros, etc. Cuenta la historia de Carrie White,una niña cuya madre es una fanática religiosa que la mantiene al margen del pecado, es decir, de todas las cosas que para las otras niñas son normales como los chicos, la ropa, la música. Por haber sido criada así, los compañeros pero sobre todo las compañeras del instituto la tratan con crueldad y la acosan. Especialmente cuando a Carrie le llega su primera regla en los vestuarios y al no tener información alguna sobre eso, se aterroriza y cree que va a morir.
A partir de ahí se recrudece el acoso de las alumnas del instituto y este termina con la por todos conocida escena del baile de graduación en el que, tras haberle hecho creer que la querían, las compañeras le vuelcan un cubo de sangre de cerdo encima destrozando su alma para siempre.
¿Cómo nació esta historia? King recuerda que, por la época en que mal vivía en Maine, una compañera de la Universidad le espetó que siempre escribía cosas sobre hombres y que era incapaz de escribir historias sobre mujeres. El escritor se sintió desafiado, pensó que a él ‘no le asustaban las mujeres’ y se puso a trabajar en un cuento. Y lo que pensó fue en una historia que girara en torno a una chica con poderes telequinéticos que se desatan con los cambios hormonales de la regla. Se inspiró también, asegura, en un par de compañeras suyas del colegio que sufrieron bullying siendo niñas, una de las cuales acabaría suicidándose de adulta.
Pero pocos saben que el relato casi fue desechado por el mismo King, quien decidió tirarlo a la basura después de pensar que no tenía potencial. Sin embargo, su esposa, Tabitha King revisó el bote antes de tirarlo y leyó la historia, dándose cuenta de que podía ser una excelente historia, y convenciendo al autor a que la terminara.
Así nació esta historia protagonizada casi totalmente por personajes femeninos, la madre fanática religiosa, las amigas que la acosan, la única amiga verdadera de Carrie y, pos supuesto, la protagonista. Margaret, la madre de Carrie, representa no solo la represión religiosa (y patriarcal, que es decir casi lo mismo); las compañeras son la metáfora de una sociedad absolutamente insensible al diferente; y la propia Carrie podría ser leída como la niña inocente al que el paso a la madurez sexual, representada en la menstruación, convierte en alguien a quien temer, un monstruo.
Al cine
El respeto que tiene Stephen King por la obra dirigida por Brian De Palma, considerado uno de los mejores directores de su generación, comenzó a hacerse público desde 1983, cuando en una entrevista con Playboy el autor afirmó que su libro es “torpe y sin arte”, mientras que la obra era más artística y mejor creada que el trabajo que él mismo creó.
Todo conspiró para que la historia de Carrie fuera finalmente llevada a la gran pantalla y estrenada en 1976, dos años después de que fuera publicada por primera vez por King, y el guión fue desarrollado por Lawrence D. Cohen quien también ayudó a adaptar It en la versión para televisión de 1990. Desde su lanzamiento, la obra fue aclamada por la crítica, convirtiéndose en un clásico de terror de forma inmediata, con incluso Quentin Tarantino situándola como una de las más grandes obras del género.
En 2011 el autor afirmó que Carrie era una “gran cinta de horror y suspenso” y que era “mucho mejor que el libro”, por lo que no consideraba una buena idea hacer un remake (y quizá tenía razón porque la obra no fue tan bien recibida como la original). En esa misma entrevista con EW señaló que haría un remake de la obra si David Lynch fuera el director de la cinta.