7 principios ancestrales japoneses para mejorar tu calidad de vida

¿Cuál es el secreto por el que muchas personas, en contados lugares del mundo, viven más de cien años con muy buena salud? En realidad, no es uno solo, sino siete filosofías combinadas que ayudan a mantenerse activos.

La cultura oriental es una excelente forma de practicar los pasos y hábitos necesarios para alcanzar un siguiente nivel positivo en la vida, sin importar en el que te encuentres actualmente.
De hecho, estos lugares con personas muy longevas, se denominan zonas azules o «paraísos de longevidad».

Generalmente son poblaciones muy pequeñas donde la gente vive mucho más tiempo que el resto de las personas por una combinación de factores, que, claro, incluyen la alimentación, regular el estrés, el ejercicio diario con caminatas o bicicleta, y mantener una vida social y comunitaria activa. Por ejemplo, no aislarse y ser amables con los demás.

7 filosofías japonesas para aplicar cada día

Hay siete principios japoneses que nos pueden ayudar a mejorar y a mantener una excelente perspectiva vital.

Estos principios nos guían hacia una comprensión más profunda de nosotros mismos y de los demás, permitiéndonos desarrollar relaciones más significativas y alcanzar un mayor sentido de propósito en nuestra existencia.

[1] Oubaitori: No te compares, florece a tu propio ritmo

Este método parte de la idea del florecimiento de los árboles, y lo aplica a las personas. Se enfoca en la importancia del autodesarrollo y en una premisa: “no te compares con los demás.”

La sociedad moderna nos impulsa constantemente a compararnos con los demás, lo que puede generar inseguridad y sentimientos de insuficiencia.

Oubaitori, nos recuerda que cada individuo es único y florece a su propio ritmo. Dejar de compararse con los demás nos libera de la ansiedad y nos permite centrarnos en nuestro propio crecimiento y desarrollo.

En el trabajo, así como en la familia y con los amigos, o como líderes y motivadores, es crucial comprender que cada miembro de nuestro equipo tiene sus fortalezas y debilidades. La misión es alentar a cada individuo a brillar en su camino y celebrar sus logros, sin compararlos con los demás. Fomentar un ambiente de aceptación y aprecio hacia la diversidad en el equipo generará un ambiente de colaboración y motivación mutua.

[2] Kaizen: La mejora continua para el crecimiento personal

Kaizen es un concepto que promueve la mejora continua en todos los aspectos de la vida.

Utilizado por las automotrices más grandes del mundo, y adoptado por industrias de todo tipo, se trata de que te enfoques en realizar pequeños cambios constantemente, reconociendo que estos cambios se acumulan y tienen un impacto significativo a largo plazo.

En el trabajo es factible fomentar una mentalidad de Kaizen en nuestro equipo, alentando a todos a buscar siempre maneras de mejorar y crecer.

En lugar de esperar cambios radicales o perfección instantánea, debemos reconocer y celebrar los pequeños avances y mejoras. Este enfoque nutre una cultura de aprendizaje y desarrollo constante, donde el fracaso se ve como una oportunidad para aprender y crecer.

[3] Wabi-sabi: Encuentra la belleza en la imperfección

Ya lo sabemos: convivimos en un mundo obsesionado con la perfección. Este principio japonés llamado Wabi-sabi nos invita a abrazar la belleza de lo imperfecto y efímero. Aceptamos que nada es eterno, que todos tenemos defectos y errores, tanto nosotros como los demás.

Al abrazar la imperfección, creamos un entorno más comprensivo y tolerante, donde todos se sienten seguros de ser auténticos. Esto fomenta la creatividad y la innovación, ya que la gente se siente libre de expresar sus ideas sin miedo al juicio o la crítica excesiva.

[4] Gaman: Madurez emocional en tiempos difíciles

Gaman es un principio que promueve la dignidad y la fortaleza emocional en momentos difíciles y extremos. Practicar Gaman implica afrontar estos momentos con tres pilares: paciencia, perseverancia y tolerancia.

Cuando enfrentamos dificultades, es importante mantener la calma y manejar nuestras emociones con madurez. Al hacerlo, inspiramos a nuestro entorno a hacer lo mismo y creamos un espacio de confianza y estabilidad. Reconocer el valor de mantenerse firme ante la adversidad nos permite superar obstáculos y alcanzar el éxito a largo plazo.

[5] Ikigai: Encuentra tu razón de ser

Ikigai es un concepto muy popular en occidente, que proviene de oriente, y especialmente de las regiones llamadas zonas azules o «paraísos de longevidad». Generalmente son poblaciones muy pequeñas donde la gente vive mucho más tiempo que el resto de las personas.

Justamente una de ellas es la isla de Okinawa, Japón, donde viven esta filosofía del Ikigai: lo que amas, lo que el mundo necesita, por lo que te podrías ganar la vida, y aquello en lo que realmente eres bueno y te destacas. 

La confluencia de estos cuatro aspectos representa el Ikigai, tu razón de ser, el propósito de la vida. Cuando las personas trabajan en alineación con su propósito, están más comprometidas y motivadas en su labor.

Por ejemplo, si eres líder de otras personas, busca conectar las metas individuales de tus colaboradores con la misión y visión de la organización. Alineando el propósito personal con el propósito organizacional, se genera una poderosa fuerza impulsora que impulsa al equipo hacia el éxito.

[6] Shikata ga nai: Aceptar y dejar ir

El significado de Shikata ga nai es que «no hay más remedio, no hay alternativa o no hay nada que hacer». Shikata ga nai es un principio que nos recuerda que hay cosas que no podemos controlar y, en esos casos, la opción es seguir sufriendo, o aceptarlas y seguir adelante.

Como seres humanos es importante reconocer que no siempre tendremos el control total de las situaciones, y es en esos momentos que debemos ejercer la humildad para aceptar lo inevitable.

En lugar de aferrarnos a lo que no podemos cambiar, centrémonos en lo que está a nuestro alcance y en cómo podemos adaptarnos y seguir avanzando. En el coaching profesional tenemos una pregunta para sintetizar este concepto: “¿Qué puedo hacer frente a lo que sucede, que dependa de mí?”.

[7] Kintsugi: acepta tus imperfecciones

En la cultura japonesa, Kintsugi o el arte de reconstruir, es una práctica por la que se reparan los objetos rotos. En vez de disimular o tapar las grietas, se las vuelve más visibles utilizando polvo de oro o plata líquida.

Esto significa, desde su filosofía, que cuando sufrió un daño y viene con su carga de historia, se convierte en algo más valioso, hay belleza en esa grieta, y bien vale mostrar estas señales. Justamente esas vetas son lo que, literalmente, significa la traducción de la palabra Kintsugi: “parche dorado” o “fijación con oro”, que, como sabemos, es uno de los metales preciosos.

Los desafíos de la vida, golpes, caídas, las heridas emocionales y físicas, las marcas en nuestro cuerpo, son sólo una parte de quien eres como ser humano; no es tu totalidad. Y, además, en este plano físico no existe la perfección, aunque sí podemos aspirar a la excelencia, que es hacer lo mejor, con una calidad superior, permanentemente y con los recursos disponibles.

Recuerda: tenemos muchos recursos disponibles, si sabemos apreciarlos, buscarlos y practicarlos diariamente, como estos principios ancestrales japoneses. Al abrazar la individualidad, la mejora continua, la aceptación de la imperfección, la madurez emocional, la búsqueda del propósito y la capacidad de soltar lo que no podemos controlar, podemos cultivar un ambiente de crecimiento, inspiración y éxito tanto en nuestra vida personal como profesional.

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