5 claves para entender la polémica por los emails de Hillary
Hillary Clinton ha estado enfrentando una dosis constante de revelaciones sobre su uso de un servidor de correo electrónico privado cuando se desempeñaba como secretaria de Estado durante la primera presidencia de Barack Obama.
El hecho fue revelado por primera vez en 2015. Y ahora, a pocos días de que se celebren las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el Buró de Investigaciones Federales (FBI, por sus siglas en inglés) indicó que reabrirá su investigación sobre el sistema que usó Clinton para comunicarse.
El director de la agencia, James Comey, defendió su decisión porque no haberla comunicado al Congreso hubiese sido «incorrecto», dijo en un memo interno que se publicó en los medios locales.
Comey, sin embargo, dijo estar consciente de que podría ser «malentendido», ya que el FBI no conoce el significado de los emails hallados recientemente.
Clinton calificó la medida como «sin precedentes» y «muy preocupante». Su rival, Donald Trump, dijo que este episodio era «más escandaloso que Watergate», refiriéndose al entramado de corrupción y espionaje durante el gobierno de Richard Nixon.
Pero ¿de qué se trata este escándalo que persigue a la candidata demócrata y por qué ha generado tanta controversia? Te lo explicamos a continuación.
¿Cómo empezó todo?
Poco antes de que jurara como secretaria de Estado en 2009, Hillary Clinton estableció un servidor de correo electrónico en su casa en Nueva York. Clinton usó este servidor para toda su correspondencia electrónica, tanto la vinculada al trabajo como la personal, durante sus cuatro años como secretaria. Se dijo que también creó direcciones de correo en este servidor para su asistente, Huma Abedin, y para la jefa de personal del Departamento de Estado, Cheryl Mills.
No usó, y ni siquiera activó, la cuenta de correo «state.gov», la cual debía estar alojada en los servidores propiedad del gobierno de Estados Unidos.
El sistema de emails de Clinton se dio a conocer en marzo de 2015 cuando el diario The New York Times publicó un artículo en el que afirmaba que éste «pudo haber violado los requisitos federales» y «había alarmado» a funcionarios del archivo de gobierno tanto de la actual administración como de la anterior.
¿Por qué lo hizo?
Según Hillary Clinton, la principal razón por la que estableció su propio correo fue por «conveniencia». En una conferencia de prensa dijo que prefería llevar un solo teléfono con una sola dirección de correo, en lugar de dos aparatos, uno para el trabajo y otro para sus asuntos personales. «Pensé que usar un solo dispositivo sería más simple y, obviamente, no funcionó así», declaró.
Los críticos argumentaron que la verdadera razón por la que Clinton estableció su propio sistema de correos fue porque éste le daba control total sobre su correspondencia. Con la creación de su sistema, Clinton era la única que juzgaba lo que debía entregarse o no al gobierno, lo que debía hacerse público por la libertad de las solicitudes de información o debía entregarse a partes interesadas, como el comité del Congreso que investigó el ataque de 2012 en el consulado de EE.UU. en Benghazi, Libia.
Según el informe del inspector general del Departamento de Estado, en 2010 Clinton le dijo a su subjefe de personal que una de sus preocupaciones con el correo electrónico era que «no deseaba correr el riesgo de que lo personal fuera accesible».
Una investigación del FBI encontró que Clinton usó «numerosos dispositivos personales» mientras estuvo en el cargo y confió en varios servidores de correo.
¿Fue ilegal lo que hizo?
El sistema de correo de Clinton fue creado en una zona gris de la ley. Cuando se convirtió en secretaria de Estado, la interpretación del Acta de Registros Federales de 1950 era que los funcionarios que usaban cuentas de email personales debían asegurarse de que la correspondencia oficial era entregada al gobierno.
Diez meses después de que ocupó su cargo, una nueva regulación permitió el uso de emails privados sólo si los registros federales eran «conservados en el sistema de mantenimiento de registros apropiado».
Clinton sostiene que este requisito se cumplió porque la mayoría de sus emails de su cuenta personal fueron dirigidos o transferidos a personas con cuentas del gobierno, de manera que automáticamente quedaron archivados.
Todos los otros correos fueron entregados a funcionarios del Departamento de Estado cuando se lo solicitaron, en octubre de 2014.
En noviembre de ese año, el presidente Barack Obama firmó el Acta de Enmiendas de Registros Presidenciales y Federales , que requiere que los funcionarios entreguen toda la correspondencia oficial al gobierno en 20 días.
Incluso bajo esta ley, las sanciones son sólo administrativas y no criminales.
Un informe del inspector general del Departamento de Estado publicado en mayo de 2016, encontró que el sistema de correo electrónico de Clinton violó la política del gobierno y que ella no tenía permiso previo para establecerlo.
Estas transgresiones, sin embargo, no constituyen una conducta criminal.
¿Qué dijo el FBI?
El FBI llevó a cabo una investigación separada y el director, James Comey, anunció el 5 de julio de este año los resultados en los que concluía que aunque «existe evidencia de violaciones potenciales» de estatuos criminales que cubren el mal manejo de información clasificada, «nuestro juicio es que ningún fiscal sensato presentaría un caso así».
La agencia refirió el asunto al Departamento de Justicia, el cual cerró el caso contra Clinton y sus asistentes sin presentar cargos.
Desde entonces, el Departamento de Estado reanudó su investigación sobre si Clinton y sus asistentes violaron la política del gobierno en su manejo de información clasificada.
Si éste determina que sí lo hicieron, el castigo podría incluir una carta formal de reprimenda o pérdida de autorización de seguridad.
¿Por qué el caso ha sido tan controvertido?
El caso se ha vuelto un asunto importante en gran parte debido a que Clinton le ha pedido al público estadounidense que confíe en que ella está cumpliendo tanto con «la letra como el espíritu de las reglas», como dijo su portavoz, Nick Merrill.
El artículo que publicó The New York Times se basó en información entregada al diario por el comité del Congreso que investigó Benghazi y los críticos alegan que no hay forma de comprobar que Clinton ha entregado toda la información relevante para su investigación.
Algunos no creen en la explicación que dio Clinton sobre la «conveniencia» de usar un solo teléfono, ya que como secretaria de Estado viajó con un extenso séquito capaz de cargar un teléfono adicional.
Y en febrero de 2015, Clinton le dijo a un entrevistador de TV que ahora lleva consigo múltiples dispositivos.
Además, los críticos, tanto de derecha como izquierda, han expresado preocupación de que como secretaria confió en un sistema de correo «casero» más susceptible a hackers y a servicios de inteligencia extranjeros.