Las consecuencias catastróficas que podría acarrear cambiar de asiento en pleno vuelo
Volar en avión comprende un sistema ingenieril sumamente complejo que no sólo implica conocer el funcionamiento de la misma aeronave sino también el rol que ocupa cada pasajero. En ese aspecto, especialistas revelaron las consecuencias catastróficas que podría acarrear un hecho tan simple como cambiarse de asiento.
El piloto de avión Magnar Nordal aclaró que el lugar donde se sienta cada persona afecta el peso del avión y, por lo tanto, cómo se controla el mismo: “Si los sistemas están mal configurados, entonces la aeronave puede estrellarse en el despegue”, explicó el especialista en el foro Quora, en declaraciones que fueron replicadas por The Scottish Sun.
Nordal, adelantó que la modificación sin aviso de la distribución de los viajeros, también podría provocar que el avión deba realizar un aterrizaje de emergencia.
A su vez, narró una experiencia personal para alertar sobre los peligros de levantarse del asiento asignado sin avisar a la tripulación de cabina y autoridades de avión. “Cuatro pasajeros se sentaron hacia adelante desde sus asientos asignados antes del despegue. Mi primer oficial estaba volando y experimentó problemas cuando hizo girar el avión: era muy pesado”.
En este sentido, aclaró: “Esta fue una situación muy crítica, porque la pista era muy corta y no hubiésemos podido detenernos”.
Incluso, dependiendo del tamaño de la nave, se le puede llegar a pedir a un pasajero que se reubique al menos durante el despegue. “Todos los aviones operan en un sobre de estabilidad. Desde el despegue hasta el aterrizaje, todo el peso y su ubicación deben tenerse en cuenta”, indicó Darren Patterson, piloto de una importante aerolínea norteamericano, a BBC.
El peso se distribuye por razones de seguridad y depende del tamaño de la aeronave. “Cuanto más pequeño es el avión, más dramático efecto puede tener cualquier cambio de peso”, añadió Patterson.
El especialista siguió: “En un avión grande y de fuselaje ancho, una sola persona puede mover 10 filas de asientos y el efecto sobre el equilibrio es insignificante. Si la misma persona se mueve unas pocas filas en un avión regional o turbohélice, los efectos son mucho más dramáticos”.