Ikigai: el secreto japonés para vivir más y mejor
Según los japoneses, todo el mundo tiene un ikigai, lo que un filósofo francés traduciría como raison d’être («razón de ser»). Algunos lo han encontrado y son conscientes de su ikigai, otros lo llevan dentro pero todavía lo están buscando. Tener un ikigai claro y definido, una gran pasión, da satisfacción, felicidad y significado a la vida
El ikigai está escondido en nuestro interior y requiere una exploración paciente para llegar a lo más profundo de nuestro ser y encontrarlo. Según los naturales de Okinawa, la isla con mayor índice de centenarios del mundo, el ikigai es la razón por la que nos levantamos por la mañana.
Pero, ¿qué significa realmente este concepto oriental?
Ikigai es un concepto japonés que significa, literalmente, razón de vivir o razón de ser. Se trata de la combinación de las palabras japonesas iki (生き), que se traduce como vida y gai (甲斐), que se traduce como valor.
El ikigai no es un don ni un regalo que nos cae del cielo. Es más bien una conquista que alcanzamos con introspección y honestidad y que colabora tanto con nuestra salud física y mental como con el bienestar de nuestra comunidad.
Los conocedores de la cultura japonesa en profundidad explican que, aunque es una buena definición del concepto ikigai, en realidad esta filosofía que defiende el vivir con un propósito refleja mucho más.
A continuación analizamos cinco claves que pueden ayudarnos a comprender mejor la amplitud del significado ikigai.
5 claves para entender qué es ikigai
El ikigai envuelve una filosofía japonesa compleja que expresa un propósito de vida y hace referencia a los conceptos que resumimos a continuación.
1. El arte de envejecer siempre joven
De acuerdo a los escritores Héctor García y Francesc Miralles, quienes han publicado el libro súper ventas Ikigai: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz, el concepto ikigai se puede traducir como la felicidad de vivir siempre ocupado. Esta ocupación nada tiene que ver con la explotación y la hiper productividad. Se relaciona más bien con la pasión, la motivación y una vida de actividad plena y consciente que nos hace sentir enérgicos.
Según estos dos especialistas —quienes llevan décadas viviendo en Japón— este estilo (y propósito) de vida activo explicaría la razón por la que en el país asiático se encuentra la mayor cantidad de personas centenarias del planeta. Aunque la alimentación, la vida al aire libre y el clima subtropical ayudan a lograr este dato, los autores y otros investigadores aseguran que el ikigai es clave en la fortaleza de la salud mental de la generación centenaria y forma parte del secreto de longevidad. En este sentido, se podría decir también que el ikigai es el arte de envejecer siempre joven y resumiría una filosofía que las nuevas generaciones deberían aspirar a cultivar, tanto en occidente como en el mismo Japón.
2. Un llamado a la acción lúcida
Aunque el ikigai puede parecer un concepto muy tranquilo y asociado a la vejez, nada tiene que ver con eso. De hecho, parte de la raíz de su filosofía está, precisamente, en luchar. La clave está en saber por qué y cuándo y reservarse para eso. Y esto se consigue con un trabajo de emprendimiento y crecimiento personal.
Según explican los especialistas, en la filosofía ikigai las luchas son bienvenidas porque «el ser humano no necesita una existencia tranquila, sino un desafío por el que desplegar sus capacidades y luchar y crecer». Entender qué luchas aceptar (y defender) y cuáles evitar ayuda a administrar la energía correctamente y a no usar en vano las reservas que el cuerpo destina a curarse y autogenerarse del desgaste cotidiano.
3. Una forma de mejorar el mundo
Tener un ikigai o propósito de vida claro y definido, como una gran pasión, es algo que da satisfacción, felicidad y significado a la vida a nivel individual. Pero, según los autores, el concepto va un poco más allá: ayuda a sobrellevar la angustia espiritual inherente al ser humano, aquella que nos hace sentir que todo puede perder el sentido de un momento a otro.
La manera en que el ikigai se relaciona con la espiritualidad se da a través de lo colectivo. Un ikigai siempre debe estar relacionado a una contribución a la comunidad la cual se transformará, a largo plazo, en una contribución al mundo. Esto brinda un sentido de trascendencia que hace que nuestro paso por el planeta no sea en vano.
4. Un constante ejercicio de auto observación
¿Cómo puedes encontrar tu ikigai? No hay ninguna receta mágica para conseguir vivir el propio ikigai pero sí hay dos cosas que nos pueden guiar: la auto observación y el sentido de fluidez.
A la hora de auto observarte desde un lugar de crecimiento personal y espiritual debes preguntarte:
– ¿Qué es lo que más me gusta hacer?
– ¿Qué actividades representan mis momentos más felices?
– ¿Cuándo pierdo la noción del tiempo?
Luego, debes detectar aquello que te hace sentir fluyendo en la vida, con ganas y sin obstáculos internos. Aunque todos los oficios y actividades requieran un esfuerzo por aprender cosas nuevas y enfrentar problemas, existe cierta forma de transitar ese proceso con entusiasmo que puede guiarnos hacia nuestro ikigai.
5. Una forma de vivir
Ahora bien, ikigai como dijimos al principio de este artículo, no se reduce solo a encontrar un propósito de vida y dedicarse a él sino que también implica armonizarlo con un estilo de vida que nos haga bien. Existe un poema tradicional que citan los autores de Ikigai: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz que resume los principios del arte de vivir en ikigai. Es el siguiente:
Vida sana y ordenada
La comida, moderada
No abusar de los remedios
Buscar por todos los medios
No alterarse por nada
Ejercicio y diversión
No tener nunca aprehensión
Poco encierro, mucho trato
Y continua ocupación.
10 consejos para vivir en ikigai en Occidente
La idea de encontrar tu ikigai puede ser muy inspiradora pero también puede resultar algo abstracta. Por eso, adaptados a nuestra vida occidental moderna, los escritores del best seller sobre este arte brindan algunos consejos muy concretos para entrar en un estado de completa concentración con el presente y comenzar a fluir. Estos son los diez hábitos que puedes aplicar a tu rutina creativa que recomiendan. Recuerda que estos tips están pensados para personas que trabajan al estilo occidental.
1. No mires ninguna pantalla durante la primera hora del día ni la última hora del día.
2. Cuando trabajes, trabaja. Déjate absorber por la actividad que estás haciendo, ejercita tu enfoque.
3. Haz ayuno de dispositivos electrónicos un día a la semana.
4. Lee y responde correos electrónicos o emails sólo una vez o dos veces al día en horarios puntuales.
5. Aplica técnicas racionales para administrar tu tiempo, como la exitosa técnica pomodoro.
6. Inicia tu rutina diaria con un ritual que te guste y termínala con una recompensa.
7. Entrena tu conciencia para volver al presente cuando notes que te distraes.
8. Trabaja en un entorno sin personas que te puedan interrumpir.
9. Divide cada actividad en grupos de tareas relacionadas y separa cada grupo en lugares y tiempos diferentes. Por ejemplo, responde emails por la mañana desde tu escritorio, realiza tu trabajo por la tarde en una biblioteca, y realiza tus trámites al final del día desde su sofá. Mantente circulando y atento.
10. Junta tareas rutinarias que puedas terminar a cierta hora del día. Por ejemplo, enviar facturas, hacer una llamada telefónica y otras actividades engorrosas que te toman energía.
Si combinas tu pasión con un estilo de vida ordenado, podrás entrar en la senda de tu ikigai y lograr la armonía que buscas en lo cotidiano.
