7 hábitos que hacen la vida menos saludable
Desde encorvarse sobre el celular hasta evitar los alimentos de temporada, un listado de las peores costumbres que reproducimos cotidianamente que hacen que envejezcamos más rápido y posibles -y simples- soluciones para incorporar a la vida cotidiana.
Cada vez es más habitual que más y más jóvenes de entre 20 y 30 años se sientan como si tuvieran mínimo 50. Desde dolor de cuello y espalda, hasta presión alta son algunas de las las consecuencias que el estrés y la mala alimentación de nuestra vida moderna nos están generando.
Acá siete conductas nocivas para la salud, con sus respectivas recetas de la «vieja escuela» para combatirlas.
1- No hay control de la postura corporal: vivimos encorvados
Encorvarse y mirar para abajo a nuestros dispositivos tecnológicos todo el día y buena parte de la noche nos está destrozando la postura. Investigadores analizaron los hábitos de 56 jóvenes adultos que habitualmente envían mensajes de texto. La mitad aseguró que tenía problemas en el cuello, brazos o manos. Quienes más se quejaron de dolores fueron quienes acostumbran a enviar los mensajes encorvados. En otro estudio, una investigación preliminar en estudiantes universitarios sugirió que mientras más mensajes mandaban, más dolor en el cuello y hombros experimentaban.
Claramente, nuestra adicción a la tecnología se está convirtiendo en un verdadero dolor en el cuello. «Cuello de texto» es una lesión por sobreuso que comprende la cabeza, el cuello y los hombros, y es causada por mirar hacia abajo en dispositivos portátiles, como teléfonos móviles, ordenadores portátiles y tabletas, lo que ejerce una presión excesiva sobre la columna vertebral. «Al mantener su cuerpo en una posición anormal, que puede aumentar la tensión en los músculos, causan espasmos, fatiga del músculo e incluso dolores de cabeza producto del estrés «, explica el médico Chris Cornett, cirujano ortopédico y especialista en columna del Departamento de Cirugía Ortopédica y Rehabilitación del Centro Médico de la Universidad de Nebraska. «Con cada grado de movimiento de la parte frontal o lateral que se mueve la cabeza, la tensión en el cuello se amplía más allá de sólo el peso de la cabeza».
Solución de la vieja escuela: Ser consciente de la postura no sólo tiene que añadir delicadeza: Reduce dolores y molestias, ayuda a respirar mejor, aumenta la confianza y hace ver más joven. La clave para una buena postura al sentarse en su escritorio: Sentarse con la espalda recta y los hombros hacia atrás. Mantener las rodillas dobladas en ángulo recto, asegurarse de que el trasero toque la parte posterior de la silla, y colocar los pies apoyados en el suelo. Además, tomar descansos regulares de la vista fija del su teléfono celular y cambiar la posición durante todo el día.
2- Dejar que los electrodomésticos hagan todo el trabajo
Aunque lavavajillas y iRobots son fascinantes, ahora estamos un 30 por ciento menos activos que nuestras madres, padres y abuelos en la casa.
Solución de la vieja escuela: «Las mujeres solían quemar más de 1.000 calorías en sus rutinas del día a día», dice la orientadora vocacional Susan Jewkes Allen, co-fundadora de LifePlusWork , una orientación profesional y práctica de entrenamiento en San Francisco. «Aún cuando las mujeres puedan ir al gimnasio ahora, sus madres y abuelas estaban comiendo menos calorías y quemaban más energía».
3- Los alimentos tienen temporadas igual que la moda
Gracias a las técnicas modernas de procesamiento de alimentos, a diferencia de otras épocas, podemos comer lo que queramos durante todo el año. Pero eso no significa que debamos. Especialmente cuando el producto recogido y comido en su apogeo, tiene más vitaminas y minerales que los alimentos cosechados antes de que estén maduros que luego se envían a largas distancias, de acuerdo con la Clínica Cleveland.
Solución de la vieja escuela: Comer estacionalmente genera beneficios para la salud y el ambiente. No sólo se ingieren alimentos con un mejor contenido nutricional, sino que a menudo también significa consumir alimentos cultivados localmente, apoyando a los agricultores locales, que reducen la contaminación por el transporte y disminuyen la huella de carbono. Más áun, las frutas y verduras de temporada son más baratas que las versiones importadas. «Nuestros cuerpos se sienten naturalmente atraídos a ciertos alimentos en determinados momentos del año por una razón», dice el entrenador en curación holística Ashley Williams. «Las frutas y verduras crudas son de refrigeración natural y energizantes durante el verano, cuando estamos más activos físicamente, mientras que las legumbres y hortalizas de raíz nos mantienen calientes en el invierno».
4- No todas las conversaciones vienen con «smilies»
Es importante para la salud comunicarse no sólo con la voz sino a través de expresiones faciales, contacto visual y lenguaje corporal. «La interacción social cara a cara contribuye a la salud mental, emocional y física», señala Allen. Si pensamos en el nervio vago, el nervio craneal más largo que forma parte del sistema nervioso involuntario y los comandos de las funciones esenciales, como mantener estable la frecuencia cardiaca y el control de la digestión vago. La investigación muestra el nervio vago también está vinculado a otros nervios implicados en la coordinación de la mirada, las expresiones faciales y puesta a punto de la oreja a la frecuencia de la voz humana. «El tono del nervio vago se fortalece a través de la interacción humana», dice Allen, «El más alto su tono vagal, mejor su cuerpo regula los niveles de tu cardiovasculares, del sistema inmune y de glucosa». En pocas palabras: cuanto más sintonía con los demás, más saludable es la vida.
Solución de la vieja escuela: Hay que dejar a un costado el smartphone y tener más conversaciones cara a cara con las amistades. No sólo ejercita el nervio vago sino que, según un estudio publicado en 2013, compartir preocupaciones con amigos que tengan similares tensiones ayuda a bajar los niveles de estrés de ambos.
5- Actuar como si el cáncer de piel fuera sólo un detalle
A pesar de la información disponible -y del sentido común- el 45 por ciento de las mujeres jóvenes afirmó en febrero de 2014 que todavía utilizan camas solares. Los solariums artificiales expiden entre un 12 y 15 por ciento más de rayos ultravioletas que el sol lo que implica que es muchísimo más probable que te salgan arrugas, manchas, durezas y cáncer de piel. Y puede ser mortal: el melanoma es uno de los cánceres más comunes entre las mujeres jóvenes. Se estima que más de 32 mil serán diagnosticadas a lo largo de 2014.
Solución de la vieja escuela: A comienzos del siglo XX, las pieles pálidas eran furor. Eran símbolo de salud y rélax. Hasta que un día Coco Chanel dijo: «Una chica simplemente debe estar bronceada». Gracias a celebridades como Emma Stone o Julianne Moore, la palidez está haciendo un regreso triunfal. Protector solar en mano, es recomendado acompañar a estas estrellas y prevenir afecciones solares en la piel.
6- Ignorar el estrés más que lidiar con él
Se necesita energía para reprimir las emociones una vez que se activan: Tanto es así que investigadores de la Universidad de Canterbury descubrieron un vínculo entre ignorar o escapar al estrés como forma de hacerle frente y niveles más altos de ansiedad. «Cuando no se abordan los problemas, el estrés persiste en el cuerpo», dice Charly Emery, experto en estilo de vida femenino. El estrés crónico tiene un gran impacto en la salud de varias maneras: afecta la piel, causa brotes de acné y complica el sueño, por ejemplo.
Solución de la vieja escuela: Hay que encontrar formas saludables de lidiar con el estrés, incluyendo tiempo desconectadas. En el pasado, las mujeres no tenían acceso constante a Facebook, Twitter, y mensajes de texto. En cambio, usaban ese tiempo recargando baterías, tomando baños, disfrutando hobbies, leyendo libros y pasando timepo solas. Antes la vida era menos ruidosa. El tiempo más tranquilo equivale a decisiones más inteligentes, de acuerdo con un estudio publicado en Psychological Science, que mostraba que 15 minutos de meditación y respiración consciente podía alentar a la gente a tomar decisiones más racionales y eliminar la imprudencia (y el estrés innecesario) del repertorio habitual.
7- Estar pegado al escritorio todo el día
No hay forma de edulcorar esto. Los estudios demuestran que estar sentado todo el día aumentan las posibilidades de morir, especialmente por enfermedades cardiovasculares. No sirve hacer media hora de ejercicio por día si después vas a estar las 23 horas y media restantes clavado en una silla.
Solución de la vieja escuela: Moverse más. Agregar más minutos de ejercicio físico por día e incorporar movimiento a las acciones cotidianas (caminar mientras se habla por teléfono, pararse para hablar con un colega de trabajo en vez de enviarse mails, etc.)