«The Last of Us»: ¿existe el hongo que podría acabar con la humanidad según la serie de HBO?

The Last of Us, la serie de HBO basada en la popular franquicia de videojuegos del escritor Neil Druckmann, se centra en un tipo diferente de infección: la fúngica, es decir, causada por hongos, no por virus.

A diferencia de The Walking Dead o Resident Evil, en los que los muertos vuelven a la vida, o de 28 Days Later, en el que un virus vuelve a sus huéspedes extremadamente violentos, el hongo Cordyceps de The Last of Us se apodera de los cerebros de la gente.

Este hongo se apodera de la humanidad en un futuro distópico, hace crecer masas esponjosas dentro de los cuerpos y brota por los ojos y la frente.

En la serie de HBO los humanos siguen vivos mientras ser propaga la infección a través de mordeduras, y en el transcurso de un fin de semana, la mutación del hongo provocada por el calentamiento global parece haber viajado por todo el mundo.

En el primer episodio de The Last of Us, han pasado 20 años sin que se haya hecho ningún progreso contra la amenaza fúngica, lo que se debe a las similitudes en la vida real entre los hongos.

En el sitio especializado Medical Sciences, el Dr. Ilan Schwartz, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke,especializado en huéspedes inmunocomprometidos e infecciones fúngicas invasivas, señala que «nuestras células son mucho más complejas que, por ejemplo, las bacterias, y los hongos están más relacionados con las personas que con las bacterias que causan infecciones».

El Dr. Schwartz agregó por qué sólo hay tres agentes antifúngicos en comparación con «muchas más clases de antibióticos. Tenemos el problema de que nuestro adversario está estrechamente emparentado, y lo que eso significa es que la maquinaria celular es la misma que la nuestra. Hay muchas menos dianas con las que puedan trabajar los antifúngicos, para causar daño de forma selectiva a las células fúngicas sin causar daño a las células humanas».

A partir de estos puntos en común, más el incómodo marco del cambio climático y lo grotesco de los infectados en The Last of Us, generaron la duda: ¿hasta qué punto la humanidad debería tener miedo del Cordyceps o de cualquier otra infección fúngica a gran escala?

¿Un hongo podría acabar con la humanidad?
El argumento de The Last of Us se inspiró en un segmento de Planeta Tierra de 2008 que Druckmann vio sobre cómo el hongo parásito Ophiocordyceps unilateralis se apodera del cuerpo de una hormiga bala y luego crece desde la cabeza de la hormiga para seguir propagándose.

Allí, el narrador David Attenborough explica en Planeta Tierra cómo hay miles de tipos diferentes de hongos parásitos, cada uno de los cuales se centra en una especie específica, con esporas texturadas, pufs de color naranja neón y largos zarcillos grises que emergen de polillas y escarabajos muertos.

Aunque el Ophiocordyceps y el Cordyceps son géneros diferentes, pero The Last of Us se vio influido por el segundo y hace referencia al primero en su narración.

En el videojuego The Last of Us, la infección por Cordyceps se propaga parcialmente a través de esporas que viajan por el aire, lo que obliga a los personajes no infectados a llevar máscaras antigás.

El doctor David P. Hughes, de la Universidad Estatal de Pensilvania, especialista en Cordyceps y asesor científico en el videojuego de 2013, señaló que el hongo se adhiere en forma de espora al cuerpo de una hormiga huésped, hace un túnel en su interior a lo largo de un día y crea una red interior de modo que casi el 50% del cuerpo de la hormiga está cubierto de hongos.

En la serie de HBO, sin embargo, se abandonan las esporas -probablemente para que el reparto no tuviera que esconderse detrás de máscaras todo el tiempo- en favor de los tentáculos bucales, y una mordedura de una persona infectada puede convertir a alguien en tan sólo cinco minutos.

La tendencia de los infectados a mordisquear a quienquiera que esté cerca no disuade de las comparaciones con los zombis, pero los hongos que se propagan a través de las mordeduras no son infrecuentes en la naturaleza.

​ A modo de ejemplo, este escenario es similar de cómo se transfiere el hongo Sporothrix brasiliensis y causa la infección esporotricosis.

El Sporothrix brasiliensis, un hongo dismórfico que puede existir como moho y como levadura, puede respirarse en forma de esporas procedentes de materia vegetal contaminada o propagarse a través de arañazos y mordeduras de gatos, y es cada vez más frecuente en Brasil.

Este hongo «causa miles de infecciones al año. Si uno de esos gatos fuera importado a otro lugar y arañara a otros gatos, existe la posibilidad de que este hongo se propague por todo el mundo», señaló el doctor Schwartz.

El Cordyceps no puede infectar a los humanos todavía, pero las esporas de otros hongos que viven en el suelo y en los excrementos de los animales sí pueden, y son un peligro legítimo para las personas inmunodeprimidas. Además, algunos hongos pueden escupir miles de esporas a la vez que viajan centímetros en el aire.

Es decir que el escenario de esta enfermedad es posible. Aunque deberían combinarse varios factores.

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