Se viene la lluvia de estrellas más bonita de agosto

La noche de las Perseidas, también conocidas como ‘Lagrimas de San Lorenzo’, está a punto de llegar. Se trata de uno de los acontecimientos más bonitos del verano ya que estamos ante una de las lluvias de meteoritos más grandes de todo el año.

Suele comenzar a mediados o finales de julio y se alarga hasta mediados de agosto, cuando suele producirse su máximo esplendor, pudiendo verse muchísimas estrellas fugaces en el cielo nocturno.

Este 2021, las Perseidas tendrán lugar la noche del 11 al 12 de agosto. Esa madrugada se podrán apreciar hasta 50 perseidas por hora cuando la lluvia de estrellas alcance su máxima actividad.

Además, esa noche la Luna estará en fase creciente, por lo que los cielos estarán oscuros durante las horas pico de visualización de la medianoche, permitiendo ver con más detalle las estrellas fugaces, incluso aquellos que sean más débiles. También, la siguiente noche, la del 12 al 13 de agosto, se podrán ver caer muchos meteoritos.

No obstante, hay que destacar que la lluvia de estrellas ya se puede observar en los cielos, aunque con menor intensidad: solo se ven en torno a uno dos meteoritos cada hora.

¿Cómo ver las Perseidas?

Para ver las Perseidas, no hace falta usar un telescopio, tan solo hay que acudir a algún lugar lo más oscuro posible y alejado de la contaminación lumínica de las ciudades. Después, hay que observar con detenimiento el cielo y disfrutar del evento astronómico.

Hay que destacar que las estrellas fugaces pueden aparecer en cualquier lugar del cielo. Sin embargo, al prolongar su trayectoria hacia atrás parecerán proceder de un punto situado en la constelación de Perseo, de donde procede su nombre.

Además, la probabilidad de ver la lluvia de estrellas irá aumentando a medida que avanza la noche, siendo la hora cerca del amanecer el mejor momento para verla.

¿Cuál es el origen de las Perseidas?

Las Perseidas son restos del cometa ‘109P/Swift-Tuttle’, que orbita completa una órbita muy elíptica, entre el Sol y más allá de Plutón, cada 133 años aproximadamente. Entonces, cuando la Tierra, en su órbita alrededor del Sol, pasa por la zona por la que viajó el cometa, los escombros que dejó Swift-Tuttle son atraídos por la gravedad de nuestro planeta.

De este modo, los restos del cometa entran en la atmósfera terrestre a más de 210.000 kilómetros por hora, provocando que se desintegren y produciendo estos bellos destello de luz que recibe el nombre de ‘meteoro’ o ‘estrella fugaz’.

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