Preocupación: Las consecuencias del cambio climático llegarán antes

Las emisiones de gases de efecto invernadero en el ámbito mundial están aumentando a un ritmo acelerado este año, advirtieron investigadores; así, el mundo está encaminado a enfrentar algunas de las consecuencias más graves del cambio climático antes de lo esperado.

Los científicos describieron la tasa de crecimiento de las emisiones de dióxido de carbono en términos duros como un “tren de carga a exceso de velocidad” y culparon en parte a un incremento repentino en el apetito por petróleo a media que las personas de todo el mundo no solo compran más autos, sino que también los conducen más lejos que en el pasado —lo que contrarresta cualquier avance en el mayor uso de vehículos eléctricos—.

“Hemos visto que el uso de petróleo ha aumentado durante cinco años consecutivos”, dijo Rob Jackson, un profesor de Ciencia del Sistema Tierra en la Universidad de Stanford y autor de uno de dos estudios publicados el miércoles. “Es muy sorprendente”.

En el ámbito mundial, se espera que las emisiones de carbono incrementen en un 2,7 por ciento en 2018, de acuerdo con nuevos estudios publicados por Global Carbon Project, un grupo de cien científicos de más de cincuenta instituciones académicas y de investigación y una de las pocas organizaciones que han examinado a detalle los números de las emisiones globales. Las emisiones se elevaron un 1,6 por ciento el año pasado, dijeron los investigadores, lo que puso fin a tres años sin aumento.

Reducir las emisiones de carbono es vital para detener el calentamiento global. Hace tres años casi doscientas naciones delinearon el Acuerdo de París con el objetivo de mantener el calentamiento debajo de los 2 grados Celsius sobre los niveles preindustriales.

Evitar el umbral —ya considerado como un reto— es visto como una manera de eludir algunos de los peores efectos del cambio climático, como el derretimiento de los cascos polares y el aumento del nivel de los mares. Los científicos señalan que para cumplir con los objetivos de París, las emisiones globales de plantas eléctricas, fábricas, autos y camiones, así como aquellas originadas por la deforestación necesitarían comenzar rápidamente a declinar a cero.

Sin embargo el presidente estadounidense, Donald Trump, ha prometido retirar a Estados Unidos del acuerdo y ha anulado regulaciones de la era Obama diseñadas para limitar las emisiones de los escapes de los vehículos y las chimeneas de las plantas eléctricas. El 4 de diciembre escribió en Twitter que el Acuerdo de París tenía “fallas fatales” porque su sistema de promesas voluntarias permitía a otros países evitar su responsabilidad; agregó que “los contribuyentes estadounidenses y los trabajadores estadounidenses no debían pagar para limpiar la contaminación de otros países”.

El retiro de Estados Unidos representaría un duro golpe al acuerdo. Estados Unidos, una de las naciones más acaudaladas del mundo, es responsable de un tercio de todas las emisiones de carbono causadas por el hombre hasta la fecha, más que cualquier otro país. China es ahora el más grande emisor de gases que atrapan el calor.

El nuevo informe llega cuando casi doscientos países se reúnen en Polonia para debatir los siguientes pasos conforme lo estipulado en el acuerdo climático de París. Muchas naciones no han cumplido con sus objetivos autoimpuestos.

La nueva evaluación es el tercer informe científico de importancia en los últimos meses que envía un mensaje de que el mundo está fracasando en lograr el progreso suficiente para evitar los peores efectos del cambio climático.

El mes pasado la Casa Blanca publicó hallazgos hechos por trece agencias federales que predecían que el calentamiento global podría reducir en cientos de miles de millones de dólares la economía estadounidense para el final del siglo, particularmente al trastornar el comercio y la agricultura. En octubre, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), un organismo científico de las Naciones Unidas, emitió un informe preocupante que advierte que las emisiones están aumentando a una tasa que abrirá la puerta a problemas generalizados como escasez de alimentos, incendios forestales, inundaciones en las costas y desplazamiento poblacional para 2040.

Como parte del reciente informe, científicos escribieron el 5 de diciembre en la revista Nature que la reciente alza en emisiones globales, combinada con otros factores como las fluctuaciones naturales de temperatura, podría generar esas graves consecuencias una década más temprano, para 2030.

“Para quienes trabajamos en este espacio, ver cómo se aceleran las tasas de emisiones es profundamente perturbador, y confirma con claridad la falta de acción sistemática y cambio que estamos viendo a través de muchas líneas de organización estatal, nacional y global”, dijo Sarah Myhre, una investigadora asociada en la Universidad de Washington que no estuvo involucrada en los estudios.

“Solamente significa que el problema será más difícil de arreglar a medida que pasa el tiempo”, dijo ella. “Continuamos heredando este problema a nuestros hijos y a nosotros en el futuro”.

El análisis descubrió que el mundo está en camino a liberar un récord de 37,1 gigatones de emisiones que aumentan la temperatura del planeta en 2018, guiados en gran parte por China, Estados Unidos e India. Eso equivale a alrededor de cien mil veces el peso del edificio Empire State.

Incluso conforme el carbón ha dejado de ser el favorito en algunos mercados, el aumento de emisiones ha sido impulsado por una mayor demanda de gas natural y petróleo, dicen científicos. Incluso a pesar de que el uso de energías renovables como la solar y la eólica se han expandido exponencialmente, no ha sido suficiente para compensar el incremento en el uso de combustibles fósiles.

“Pensamos que el uso del petróleo había tenido su punto más alto en Estados Unidos y Europa hace quince años”, dijo Jackson. “Los precios bajos de la gasolina, autos más grandes y la gente que ahora maneja más kilómetros están aumentando el uso de petróleo a tasas que ninguno de nosotros esperaba”.

Se necesitará más inversión en el sector de la transportación para reducir la contaminación, dijo Corinne Le Quéré, una profesora de Ciencia y Política del Cambio Climático en la Universidad de Anglia Oriental y principal autora de uno de los nuevos estudios. “Tenemos autos eléctricos, pero necesitamos puntos de carga, necesitamos bajar el costo de los vehículos eléctricos”, dijo ella.

China produce 27 por ciento de las emisiones globales, de acuerdo con el informe. Estados Unidos es responsable del 15 por ciento de las emisiones; la Unión Europea, del 10 por ciento, e India, del 7 por ciento.

Las emisiones de China se proyecta que aumentarán 4,7 por ciento en 2018, según el informe. El país está estimulando la manufactura para contrarrestar su economía en desaceleración, al permitir más manufactura operada con carbón que la que había evitado en el pasado, dijo Jackson.

China está invirtiendo fuertemente en energía renovable, pero también está construyendo nuevas plantas eléctricas operadas con carbón en casa y planeando otras en nuevos mercados como la África subsahariana.

Las emisiones de Estados Unidos se espera que crezcan un 2,5 por ciento este año después de varios años de declive, y a pesar del cambio del carbón a fuentes más limpias de energía. Jackson atribuyó parte del incremento este año a un invierno más frío de lo normal en algunas partes del país y a un verano más caliente en otras partes, lo que infló la demanda de calefacción y aire acondicionado.

En India, un incremento de emisiones proyectado del 6,3 por ciento está vinculado con el esfuerzo del país de brindar electricidad a trescientos millones de personas que actualmente carecen de ella.

El año pasado, desastres climatológicos extremos costaron a Estados Unidos un récord de 306.000 millones de dólares.

Jackson dijo que, las del informe, “no eran buenas noticias”, pero agregó que todavía contenía “algunos destellos de esperanza”, particularmente sobre contaminación del aire asociada con el consumo de carbón como combustible. “El uso de carbón ha caído un 40 por ciento en Estados Unidos, al ser remplazado por el gas natural y la energía renovable”, dijo. “Eso es salvar vidas, así como ayudar con el problema climático”.

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