Por qué las ratas se han vuelto más agresivas durante la pandemia

El cierre de restaurantes y centros comerciales las ha obligado a salir en busca de comida, según han detectado las autoridades sanitarias de EE UU

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estadounidenses -una institución creada para proteger a EE UU contra amenazas a la salud y seguridad, provenientes del exterior o dentro del país- acaban de advertir en su página web que distintas autoridades locales y jurisdiccionales les «han informado de un aumento en la actividad de los roedores a medida que los roedores buscan nuevas fuentes de alimentos”. No solo eso, lo más grave quizás es que también han detectado que estos ratas y ratones exhiben un comportamiento “inusual o agresivo”.

Este nuevo riesgo lo atribuyen al cierre de locales de ocio, restaurantes y centros comerciales por motivo de la pandemia, o a su mínima actividad -los que han abierto para dar servicio a domicilio o para recoger-, lo que ha generado menos basura y restos alimenticios para estos animales.

Amplias comunidades de roedores se mantienen gracias a las basuras que generan los grandes centros comerciales de zonas densamente pobladas de Estados Unidos. Generan toneladas de deshechos que desde hace dos meses prácticamente han desaparecido.

Ello ha obligado a estos animales a desplazarse de su hábitat habitual en busca de sustento, según han detectado los CDC, que en paralelo han recibido más solicitudes de servicio para frenar la invasión de estos “depredadores” hambrientos dispuestos a llegar a donde haga falta para alimentarse y sobrevivir. Además, el hambre les ha vuelto mucho más agresivos, aseguran sus responsables, lo que a su vez aumenta los riesgos sanitarios que les distinguen.

Las ratas y los ratones transmiten más de 35 enfermedades, recuerdan los CDC. Estas enfermedades se pueden transmitir a los humanos directamente, a través del contacto directo con ellos, a través del contacto con sus heces, orina o saliva, o por sus rasguños o mordiscos. Las enfermedades transmitidas por los roedores también se pueden transmitir a los humanos indirectamente, a través de garrapatas, ácaros o pulgas que se hayan alimentado de un roedor infectado.

Aunque después de desastres naturales como pueden ser los huracanes, las poblaciones y ciudades experimentan a menudo una disminución en las poblaciones de roedores, dicen las autoridades sanitarias de EE UU, éstas se reproducen rápidamente a medida que la actividad comercial vuelve a la normalidad.

Consejos a seguir

Es lo que parece estar pasando ahora que ratas y ratones han salido de sus guaridas para buscar comida a la desesperada e invadiendo hogares y almacenes. Por ello los CDC han incrementado las inspecciones y difundido consejos útiles para frenarlos, unas normas básicas que van desde la limpieza hasta el uso repelentes permitidos por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) para prevenir las picaduras de pulgas y minimizar la exposición a las enfermedades que transmiten.

-Mantenga la basura debidamente sellada y protegida, con botes de basura de tapas fuertes y apretadas. Trate de mantener la basura lo más lejos posible de su vivienda. Esto no significa comenzar a tirar su basura en el césped de su vecino. Los roedores no son solo los que pueden volverse agresivos y exhibir comportamientos inusuales.

-Tapar todos los agujeros que pueda tener en su casa. Los roedores, especialmente los ratones, pueden colarse por espacios muy reducidos. Por lo tanto, selle cualquier abertura que pueda existir en sus ventanas, puertas, paredes y pisos. Asegúrese de revisar todas las partes de su apartamento o casa porque los roedores pueden ser creativos al entrar y no siempre usarán el timbre y la puerta de entrada.

-Poner trampas. Se aconseja ponerlas en lugares poco frecuentados por los humanos donde puedan deambular libremente sin ser vistos.

-Limpieza a fondo. No solo si ha estado en contacto con ellos o se han introducido en casa. También hay que limpiar con esmero cualquier objeto o mueble que haya tenido contacto con comida -incluidas parrillas, ropa de cocina y mesas- que pueda atraerlos. Se recomienda usar guantes gruesos, herramientas y recipientes desechables al manipular roedores o cualquier cosa que puedan haber tocado.

-Almacene sus alimentos en lugares seguros, lejos de una fácil detección. Mantenga todos los alimentos que no estén en el refrigerador o congelador en recipientes duraderos bien cerrados. Los roedores pueden masticar materiales como cartón o tela.

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