La infusión que ayuda a deshincharse (y a dormir mejor)
De las infusiones antiinflamatorias hemos hablado largo y tendido, pero en ese ranking de las más populares –hinojo, manzanilla y jengibre– olvidamos hablar de otra con historia y bondades constatadas: la de hojas de laurel. Una infusión que a sus propiedades digestivas para hacer frente a la inflamación abdominal hay que sumar otras relacionadas con la relajación que la convierten en una buena opción para tomar por la noche después de cenar. De esta manera, no solo a conciliar el sueño sino también a deshacernos de la inflamación que suele acumularse a lo largo del día.
Las hojas de laurel contienen un compuesto denominado eugenol que tiene propiedades antiinflamatorias. Tienen especial efecto antiinflamatorio en huesos y articulaciones, pero pueden ayudar a reducir la inflamación asociada a una mala digestión. Contienen ácidos grasos insaturados, antioxidantes y minerales como el potasio y magnesio que nos van a facilitar las digestiones, prevenir la acidez y reducir la formación de gases.
Por eso una infusión de estas hojas es una buena opción siempre tras una comida copiosa y también después de la cena por sus propiedades relajantes. Eso sí, si se toma antes de las comidas puede estimular el apetito, por lo que, tal y como apunta la experta, también es una infusión recomendada para personas que necesitan ganar peso.
¿Por qué es calmante?
No todas las infusiones drenantes o desinflamatorias pueden ser tomadas por la noche –que se lo digan al té verde, por ejemplo–. Sin embargo, a las propiedades digestivas del laurel se suma su capacidad para favorecer el sueño. Las hojas de laurel contienen compuestos orgánicos como el pineno o el cineol que liberan aceites esenciales capaces de inducir la relajación. Se utiliza mucho también en aromaterapia, ya que tienen propiedades calmantes y relajantes, a nivel físico y mental. Son capaces de reducir los niveles de cortisol, tanto para reducir la inflamación como para calmar la ansiedad. Por tanto, estas infusiones son capaces de relajarnos para favorecer el sueño y descansar mejor por la noche”, explica Troncoso.
Favorece la circulación sanguínea
La retención de líquidos también puede ser consecuencia de una mala circulación sanguínea. Y –seguimos con las buenas noticias– las hojas de laurel pueden ayudar en este sentido. Su contenido en vitamina C mejora la flexibilidad de los vasos sanguíneos y la circulación sanguínea, ayudando a mantener la presión arterial en condiciones. Y las vitaminas de grupo B y magnesio también son beneficiosos para la circulación sanguínea.
Hay que tener cuidado si…
Pese a todos los beneficios anteriores, Troncoso recomienda consultar su toma en caso de embarazo y lactancia por el contenido de aceites esenciales de sus hojas. Insiste también en que si se abusa puede provocar acidez.
Cómo preparar una infusión de laurel
Olga Urban aconseja infusionar dos hojas de laurel para una taza grande o solo una hoja para una taza pequeña. También puede macerarse en limón y canela. La canela es un poderoso ingrediente antienvejecimiento y tiene un alto porcentaje de taninos que le aportan propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antioxidantes. Y el aroma a limón facilita la concentración y tiene un efecto calmante. Sin duda, suena a una mezcla casi mágica para deshincharnos, combatir los radicales libres y tener dulces sueños.