La dificultad de determinar cuál es el libro más largo alguna vez escrito
Si intentamos determinar cuál es, en efecto, el libro más largo alguna vez escrito primero tendremos que definir varios parámetros que permitan realizar tal aseveración. Estos parámetros van desde el tipo de libro y el idioma (ya que hay idiomas con poca densidad de información) hasta a qué nos referimos por «más largo».
Comencemos por el último punto. Qué significa que un libro sea «más largo» que otros. ¿Una mayor cantidad de páginas? Ciertamente no es una buena métrica, ya no nos dice nada. Bien se podría imprimir un libro con una fuente gigantesca donde entren unas pocas palabras por página. ¿Mayor tiempo promedio de lectura? Esta métrica tampoco nos dice mucho, ya que no es lo mismo leer una novela que leer un libro técnico. Por consiguiente nos quedan dos métricas útiles: mayor cantidad de palabras y mayor cantidad de caracteres. La mayor cantidad de caracteres pondría en desventaja a muchas de las lenguas asiáticas, en las cuales, gracias a sus sistemas de escritura logográficos, se puede condensar una gran cantidad de información en un espacio relativamente reducido de texto.
Así mismo, la mayor cantidad de palabras tampoco es una métrica perfecta, ya que existen lenguas como el alemán en las cuales se pueden unir varias palabras en una sola palabra compuesta que representa un concepto complejo. Conceptos que en otros idiomas sin esta característica requieren de una larga explicación (es por esta razón que muchos de los conceptos creados por los filósofos alemanes del siglo XVIII y XIX se reproducen en su idioma original incluso en las traducciones de sus obras).
También algo importante es definir qué tipos de libros deben analizarse. Esto no es para menos, ya que existen libros especiales que permiten mezclar sus páginas para crear obras colosales prácticamente imposibles de terminar de leer. El mejor ejemplo de este concepto es Cent mille milliards de poèmes (Cien mil billones de poemas) de Raymond Quenau. Si bien el título nos puede llegar a resultar a priori una exageración, en realidad Quenau se valió de un sistema en el cual cada página del libro es un soneto compuesto por catorce lengüetas móviles e independientes unas de otras aunque en rima. Cada lengüeta contiene un verso y cada verso es intercambiable con los otros. Así el libro forma un soneto diferente cada vez que se disponen catorce lengüetas distintas. Formando de esta manera millones de poemas.
Por ende, no existe una métrica única y perfecta para definir cuál es el libro más largo de la humanidad. En esta oportunidad simplemente escogeremos la más simple: la cantidad de palabras en el idioma original de la obra, ya que a pesar de los defectos anteriormente mencionados es, a su vez, un tanto más coherente que todas las otras métricas. A su vez dejaremos de lado obras fuera de lo común como el trabajo de Quenau.
Los libros más largos
Hasta mediados del siglo XX el libro más largo, según la crítica, era À la recherche du temps perdu (En busca del tiempo perdido) de Marcel Proust. El cual, según el libro Guinness de los récords, tiene unas 3.031 páginas, 1.267.069 palabras y 9.609.000 caracteres. No obstante, existe una novela, también francesa, anterior a la obra de Proust y mucho más larga: Artamène ou le Grand Cyrus (Artamène o el gran Ciro) de Georges y Madeleine de Scudéry con unas 1.954.300 palabras. Hoy existen dudas sobre si se trató de un trabajo conjunto o de sí en realidad la obra fue escrita enteramente por Madeleine, debiendo agregar el nombre de su hermano al momento de la publicación debido a los prejuicios presentes en el siglo XVII cuando la obra fue publicada.
Desde mediados del siglo XX a la fecha se publicaron obras que exceden a las novelas de Proust y los de Scudéry en gran medida. La mayor de todas es Devta (Dios) de Mohiuddin Nawab. Esta colosal obra de 8.128 páginas y 11.206.310 palabras es una novela de suspenso y fantasía escrita en la lengua urdu a lo largo de 33 años. En Devta se relata la historia de un joven pakistaní con poderes mentales.
Otra novela que ha superado a En busca del tiempo perdido es Venmurasu del filósofo hindú Bahuleyan Jeyamohan. Esta reinterpretación moderna de Mahabharata, la épica clásica del siglo III a. C., tiene un total de 3.640.000 palabras (y creciendo, ya que todavía no ha sido concluida).
Por último también podemos considerar las siguientes obras:
- A Chronicle of Ancient Sunlight de Henry Williamson con 2.436.924 de palabras.
- Les Hommes de bonne volonté de Jules Romains con 2.070.000 de palabras
- Het Bureau de Johannes Jacobus Voskuil con 1.590.000.