La ciencia encuentra una sorprendente cura para el estrés
Pasar al menos dos horas a la semana en un ambiente natural está relacionado con el alivio del estrés, la buena salud y el bienestar, así lo reveló un estudio reciente publicado en Scientific Reports.
La investigación fue realizada en casi 20,000 personas en Inglaterra, dando como resultado que aquellos que informaron que pasaron al menos dos horas a la semana en la naturaleza tenían niveles consistentemente más altos de salud física y mental que aquellas que no buscaron el aire libre.
Esto puede ser porque estar en la naturaleza a menudo es sinónimo de estar activo, pero ejercitarse en la naturaleza «puede ser más beneficioso psicológicamente que en otros lugares, lo que sugiere una interacción compleja entre los dos», señalaron los autores.
Los especialistas detallaron que no importó cómo se lograron esos 120 minutos, ya sea en caminatas cortas regulares en un parque o en una caminata larga durante el fin de semana, siempre y cuando la gente lo haya hecho semanalmente.
Caminar por el bosque, usar tus sentidos para conectarte con la naturaleza, permanecer en el momento presente, no utilizar tu teléfono, es una forma de restablecer tu cordura a través de la terapia forestal.
«El Shinrin Yoku o ‘baño de bosque’ es un concepto que comenzó en la década de 1980 en Japón, que puede ofrecer poderosos beneficios para salud», dijo Amos Clifford, fundador y director de la Asociación de Guías y Programas de Terapia Forestal y de la Naturaleza.
Clifford apuntó que, gracias a esta terapia, la gente se vuelve más relajada y feliz. A medida que el estrés desaparece, comienzan a mirar su vida de una mejor manera, pues algunos encuentran alivio para su dolor crónico o insomnio.
«Hay algo profundo en nosotros que tiene un sentido de reconocimiento de los bosques. Parece que estamos conectados por eso», puntualizó Clifford a Today.
«Vemos un reinicio del sistema nervioso, donde las personas comienzan a regresar una línea de base más saludable. Están lejos de sus dispositivos, no están en el tráfico… están muy en el momento presente. El cuerpo, en esas circunstancias, tiene esa increíble capacidad para curarse», añadió.
David Strayer, profesor de psicología de la Universidad de Utah, respalda estos hallazgos, pues cree que entrar en la naturaleza cambia la forma en que funciona el cerebro; reduce los niveles de estrés y aumenta las medidas del bienestar.
«Es un contraste entre nuestro mundo moderno conectado, frenético, en movimiento, conectado a las redes sociales y durmiendo con su teléfono bajo la almohada», indicó.
Asimismo, mencionó que este estilo de vida cobra y sobreestimula constantemente la corteza prefrontal, la parte mental y de resolución de problemas del cerebro, y te hace «fatigado del cerebro».
Es decir, las partes del cerebro asociadas con ser consciente y estar en un estado meditativo se vuelven más activas.
Además, está presente el componente de ejercicio, que tiene efectos positivos en el estado de ánimo, la memoria y la función cognitiva.
Los especialistas destacaron que las personas informaron haber visto beneficios incluso en trabajos al aire y en jardinería.
«Si puedes lograr llegar a un parque, caminar, trotar, disfrutar, estar en la naturaleza y dejar el teléfono por 30 minutos, empiezas a ver los beneficios», mencionó Strayer.
«La recompensa final ocurre después de tres días de estar en la naturaleza», finalizó.