Finalmente, la ciencia descifró el misterio del vestido

En febrero, circuló en las redes sociales y a través de WhatsApp la imagen de un vestido que para algunas personas era dorado y blanco, mientras que para otras era azul y negro. Pronto se supo la respuesta: los diseñadores de la prenda confirmaron que era azul, con lazos negros. Había una versión blanca, pero también con negro (la que ilustra esta nota). Ahora, la ciencia descifró el misterio que quedaba por resolver: ¿por qué tantas personas lo veían blanco y dorado?

Científicos de la Universidad Clínica Bergmannsheil en Bochum (Alemania) mostraron la famosa foto a un grupo de voluntarios y los dividieron en dos: los que lo veían blanco y los que aseguraban que era azul. Luego, los sometieron a un escáner de resonancia magnética y descubrieron cambios sutiles en la manera en que funcionaban sus cerebros.

Según los investigadores, las personas que dijeron que el vestido era blanco y dorado hicieron una actividad extra en las áreas frontales y parietales del cerebro. Las frontales están involucradas con los procesos cognitivos superiores, como la toma de decisiones y la atención selectiva. Las parietales son las áreas que procesan la información visual.

Entonces, quienes vieron al vestido blanco, hicieron un trabajo mayor en sus cerebros para darle sentido a la imagen. Ellos pensaron que se trataba de un vestido blanco, pero que estaba oculto por una sombra. Aquellos que lo vieron azul no hicieron este salto extra, simplemente vieron lo que estaba frente a ellos.

«Estos resultados aumentan nuestros conocimientos del procesamiento cerebral. Basándonos en la investigación podemos cuantificar las áreas del cerebro involucradas en el proceso. Por lo tanto, hemos establecido una base para futuras investigaciones en el campo del procesamiento visual», informó el profesor Tobias Schmidt-Wilcke, uno de los autores del estudio que fue publicado en la revista científica Cortex.

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