El truco para que la yema del huevo quede en el centro al cocerlo

Presente en todas las gastronomías del mundo, el huevo es uno de los alimentos más versátiles, además de sano y completo. Un huevo de gallina aporta proteínas de muy buena calidad y de alto valor biológico, además de vitaminas de los grupos A y B.

Además, admite muchas preparaciones, entre ellas cocerlo en agua. Los huevos cocidos son un alimento delicioso, saludable y socorrido. Hacerlos es fácil; pero hacerlos bien tiene sus pautas. De entrada, si tenemos los huevos de la nevera, hay que sacarlos un tiempo antes para que estén a temperatura ambiente.

Para que la yema del huevo quede en el centro al cocerlo, lo primero es evitar el agua fría. Los huevos deben entrar en contacto con el agua sólo cuando ésta haya empezado a hervir.

Meteremos los huevos de uno en uno, ayudándonos de una cuchara para posarlo suavemente y que no choque ni con el fondo ni con las paredes de la olla (o con otros huevos si estamos cociendo más de uno). Para ayudar a centrar la yema, durante los primeros minutos de cocción, los moveremos de un lado a otro.

Si buscamos el huevo cocido perfecto, hay que controlar el tiempo para que la yema no quede demasiado dura. Es decir, hay que cocerlos pero consiguiendo que la yema salga cremosa, no seca.

La yema cocida y jugosa es amarilla. Si hay un ligero velo gris verdoso es que nos hemos pasado de tiempo. Haremos bien las cosas si mantenemos el fuego en el punto de ebullición durante no más de 10-11 minutos.

DATO EXTRA: NO TIRES EL AGUA
  • Lo normal es que, una vez cocidos los huevos, tiremos el agua. Pero resulta que podemos aprovecharla para regar las plantas. Contiene los minerales de la cáscara, por lo que si regamos las plantas con esta agua les aportamos un extra de nutrientes. Eso sí, usaremos este agua cuando se haya enfriado.

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