El curioso hábito relacionado con los libros de cocina
La venta de libros de cocina crece entre un tres y un cinco por ciento al año, empujada por los programas especializados y por Internet, explicó hoy el experto Edouard Cointreau en la Feria del Libro de Fráncfort.
«Los libros de cocina ayudan a sentirse a gusto en casa», argumentó Cointreau, fundador de una feria internacional de edición culinaria en París. Un valor que consideró clave «en un mundo cada vez más complejo».
«Las recetas de un libro de cocina deben ser ligeras, baratas y rápidas», añadió en la «Galería Gourmet» de la Feria del Libro de Fráncfort, que este año volvió a crecer hasta acoger unos mil títulos procedentes de más de 30 países.
Cointreau tiene su explicación para el éxito del sector: «La gente quiere tener algo de lo que enorgullecerse».
Por eso se da una suerte de competencia que impulsa las cocinas nacionales, regionales o hasta locales. Desde pueblos pequeños hasta una «nueva estrella» del firmamento culinario como Perú.
Además, los libros de cocina cubren espectros cada vez más amplios del ramo. A ingredientes tradicionales como la carne se suman nuevas especialidades como los embutidos.
Para Cointreau, los libros de cocina son un regalo muy popular que no siempre se usa. De media, los propietarios no pasan de una o dos recetas favoritas que cocinan de cada libro.
Según un estudio estadounidense, el 80 por ciento de los dueños de libros de cocina leen en la cama. «La gente no suele cocinar ahí nada», concluyó el experto.
AGENCIA DPA