«Doctor Foster» o cómo una infidelidad te puede llevar al límite

Si estás buscando una buena serie de suspenso y no encontrás nada para ver, Topic te resuelve tus días lluviosos y tus fines de semana recomendándote «Doctor Foster», una propuesta que te va a poner los pelos de punta.

Esta serie de la BBC captura a la perfección el clásico thriller con una historia muy cercana, la de una médica que un buen día empieza a sospechar que su marido tiene una amante.

El punto de partida es muy simple. Gemma Foster (Suranne Jones) se despierta, tiene sexo con su atractivo marido, desayuna con su hijo, le toma prestada la bufanda a su esposo y llega como cualquier otro día sonriente al trabajo. Pero su cabeza pasa a estar en otra parte cuando descubre un pelo de color rubio en la bufanda. ¿Cómo puede ser si ella es morena? Es a partir de este momento que la doctora Foster entra en un estado al borde de la paranoia, obsesionada con descubrir si su marido vive una doble vida y ella no tiene la vida perfecta que hasta entonces creía.

Se nota que el guionista Mike Bartlett tiene experiencia como dramaturgo porque casi cada episodio contiene instantes de dramatismo enfatizado, de capturar la intimidad de las emociones a flor de piel de la doctora Foster, apoyado en el trabajo de una Suranne Jones inmensa, cuyas miradas y contención son el mecanismo perfecto para construir una tensión que se corta con navaja. Es como si hubiera una simbiosis absoluta entre el dramatismo del texto de Bartlett y su trabajo como actriz, que convierten a esta serie en un thriller psicológico refrescante.

La primera temporada, emitida en 2015 en el Reino Unido, tuvo cinco episodios que daban impresión de cierre, como si ya se hubiera contado todo y todos los cabos sueltos estuvieran bien atados. Era maratoneable de tan adictiva, de esas series que mejor empezar un día que tenés la tarde entera para estar tumbado en el sofá mordiéndote las uñas. Pero en 2017 dio la sorpresa por segunda vez con otra temporada igual de corta, intensa y con una Suranne Jones igual de entregada.

Diez capítulos de una hora. Lo suficiente como para dejarte sin aire durante días. Eso sí, el último episodio posiblemente se merezca un debate entero en torno a él. Es un clímax dramático de una hora, una especie de pirueta dramática propia de unos Juego Olímpicos, un rizar el rizo hasta dejar emocionalmente exhausto al espectador entregado. Te dejamos el trailer de la serie para que lo chusmees.

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