Dieta mental: Beneficios de dejar de consumir noticias

Vivimos en épocas turbulentas en las que el fanatismo se encuentra a la orden del día y el pensamiento crítico y el análisis parecen haber pasado de moda. De pronto nos imponen una realidad de extremos, de blancos y negros. Periodistas y políticos dejan la diplomacia y la inteligencia de lado e intentan expresar sus ideas a los gritos y mediante agresiones. Los medios de comunicación desde hace años dependen de la publicidad oficial y sus contenidos se han vuelto dudosos y parciales, mientras los consumidores de noticias tendemos a mirar y leer sólo aquello que reafirma nuestras creencias en vez de enfrentar el desafío de intentar ver las cosas desde otros puntos de vista, de poner en duda lo que se nos dice y perseguir la verdad por nuestros propios medios. Nos hemos vuelto pasivos, planos, agresivos y sumisos consumidores de propaganda que apoya ciegamente a los unos y a los otros. Y el rating ama la tragedia y todo se vuelve un loop en que el tema del día se repite a cada hora y en cada medio de comunicación. No hay análisis, no se plantean soluciones, todo es slogan. Y todo eso decanta inevitablemente en la ciudadanía.

Estar al tanto de lo que ocurre en el mundo siempre fue señal de prestigio, de equilibrio mental, de estar conectado con la realidad. Pero últimamente estar informado se vuelve razón de úlceras, malestar, angustia.

Ante esta realidad hay quienes buscan estrategias como limitar las horas de información durante el día, o imponerse un horario en que las noticias no afecten la calidad de sueño o en general, de vida.

Son varios los especialistas que comienzan a poner en duda esta forma de relacionarse con el mundo y alzan su voz advirtiendo que conocer las noticias puede ser malo para la salud, debido a que dificultan la creatividad, llevan al miedo y a la agresión. En tal sentido se expresa por ejemplo el escritor Rolf Dobelli.

De acuerdo con Dobelli, las noticias que hoy ofrecen en abundancia los medios de comunicación pueden llegar a ser tóxicas y es necesario que tomemos medidas para protegernos.

Todavía no entendemos que la noticia es para nuestra mente como el azúcar para el cuerpo”, afirma Dobelli.

Entre las razones que da Rolf Dobelli para que dejes de lado, al menos por unos días, las noticias y seas más feliz se encuentran las siguientes:

1. No tienen poder explicativo

Artículos y noticias son burbujas que explotan en la superficie de un mundo que cada vez se hace más profundo. ¿La acumulación de hechos te ayudará a entender el mundo? Lamentablemente, no.       

2. Son tóxicas para el cuerpo

La información de los medios constantemente obliga a activar el sistema límbico. Las historias de horror estimulan la liberación de glucocorticoides (cortisol), que desregula el sistema inmunitario. Es decir, el cuerpo se encuentra en un estado de estrés crónico y permanente.

Los altos niveles de glucocorticoides causan el deterioro de la digestión, falta de crecimiento (célula, pelo, hueso), nerviosismo y susceptibilidad a las infecciones. Otros efectos secundarios potenciales son el miedo, la agresión, la disminución de visión y la desensibilización.

3. Aumentan los errores cognitivos

Warren Buffett aseguró que lo que el ser humano hace mejor es interpretar toda nueva información de manera que sus conclusiones anteriores se mantengan intactas. Las noticias agravan este defecto. Llegamos a ser propensos a un exceso de confianza, tomamos riesgos estúpidos y juzgamos mal las oportunidades.
 

4. Impiden el pensamiento

El proceso de pensamiento requiere concentración. Ésta implica un tiempo ininterrumpido. Las noticias se han diseñado específicamente para interrumpirla.

«Son como virus que roban la atención para sus propios fines. Nos hacen pensadores superficiales. Aún peor, afectan gravemente a la memoria”, afirma el escritor.

5. Son como una droga

Las historias se desarrollan y queremos saber cómo continúan. Con cientos de argumentos arbitrarios en nuestras cabezas, este deseo es cada vez más apremiante y difícil de ignorar.

6. Roban tiempo

Si leemos el diario durante 15 minutos cada mañana; después revisamos las noticias durante otro tiempo igual en el almuerzo y otra vez antes de ir a la cama, resulta que perdemos al menos la mitad de un día cada semana. A eso se le suman las horas que pasamos en internet y que nos sentamos frente al televisor. La vida es corta, ¿realmente querés pasar tus días de esa forma?

7. Hacen a la gente pasiva

La repetición diaria de noticias acerca de realidades sobre las que no podemos actuar nos hace pasivos. Nos afectan hasta que adoptamos una visión del mundo más pesimista, nos hace insensibles, sarcásticos y fatalistas. Mientras tanto, las personas se saben desconectarse actúan sobre la realidad inmediata y son más empáticos con la gente con la que se cruzan.

8. Las noticias matan la creatividad

Las cosas que ya conocemos limitan la creatividad. Esta es una de las razones por las que los matemáticos, los novelistas, compositores y empresarios a menudo producen la mayor parte de sus trabajos en edad joven. Sus cerebros tienen un amplio espacio ‘deshabitado’ que les permite llegar a nuevas ideas”.

   

Beneficios de dejar de consumir noticias

1. Mejora tu salud: Un síntoma común de dejar de ver las noticias es una mejora en el estado de ánimo. Los adictos a las noticias dirán que es porque has escondido la cabeza bajo tierra. Pero eso sugiere que las noticias son el equivalente a sentir el aire fresco. No se dan cuenta de que toda la información que puedes obtener sobre el mundo de la noticia ni siquiera está cerca de ser una imagen representativa de lo que está sucediendo en el mundo.

A las noticias no les interesa crear una imagen exacta. Seleccionan lo que es 1) inusual, 2) horrible, y 3) probablemente vaya a ser popular. Así que la idea de que puedas obtener una imagen significativa del “estado del mundo” viendo las noticias es absurdo. Los que seleccionan las noticias explotan nuestro sesgo de negatividad.

Hemos evolucionado para prestar más atención a lo que es espeluznante y enfurecedor, pero eso no significa que cada caso de miedo o enfado sea útil. Una vez que has dejado de ver las noticias, se hace evidente que un objetivo principal de las noticias – no un efecto secundario incidental – es agitar y consternar al espectador.

Lo que aparece en las noticias no es “el conjunto de preocupaciones de la persona concienzuda”. Lo que aparece es cualquier cosa que venda, y lo que vende es el miedo y el desprecio hacia otros grupos de personas. 

2. En realidad nunca lograste nada viendo las noticias: Si le preguntás a alguien qué beneficios obtienen viendo las noticias, oirás vagas ideas como: “Es nuestro deber cívico mantenernos informados” o “Necesito saber lo que está pasando en el mundo”, o “No podemos ignorar sin más estos temas”, pero ninguna de estas razones responde a la pregunta. “Estar informado” suena como un logro, pero implica que cualquier información sirve. También podés estar informado leyendo los prospectos de los remedios.

Un mes después de haber dejado las noticias, es difícil nombrar algo útil que nos hayamos perdido. Queda claro que esos años viendo noticias no significaron prácticamente nada en términos de mejora de calidad de vida, conocimiento duradero o nuestra capacidad para ayudar a otros. Por no hablar del costo de oportunidades. Imaginate si hubieras pasado ese tiempo aprendiendo un idioma, leyendo libros y ensayos sobre algunos de los temas que mencionan en las noticias, o colaborando con alguna institución benéfica. Verás que tu abstinencia a las noticias no afectó a los resultados de las elecciones, y que las labores de ayuda en una zona arrasada por un desastre se llevaron a cabo sin tu participación, como ocurre siempre. Y resulta que tu afición de vigilar el “estado del mundo” en realidad no te ha afectado en nada ni ha resultado en que ayudes a mejorarlo. Hemos heredado de alguna parte – quizá de la época en que sólo había una hora de noticias al día – la creencia de que tener una conciencia superficial de los temas más populares del día es de alguna manera útil para los más afectados por ellos.

3. La mayoría de las conversaciones relacionadas con eventos actuales implican solo a personas que hablan sin tener ni idea de lo que están diciendo: “¡Porque te ayuda a participar en las conversaciones cotidianas!” es una respuesta pobre pero al menos significativa a la pregunta “¿Qué se consigue?”. Pero cuando dejás de atender al juego de los acontecimientos actuales y observás a otros hablando de ellos, puede que notés que casi nadie sabe realmente de lo que está hablando y que lo que se dice se apoya sólo en un sistema previo de creencias personales. Hay un abismo extraordinario entre tener una comprensión funcional de un tema y echar un rápido vistazo a las noticias. Esto es especialmente cierto cuando alguna vez te encontrás en una conversación sobre un tema del que resulta que sabés mucho. Es bastante gracioso cómo la gente está dispuesta a hablar con valentía sobre temas con los que no está familiarizada, se sienten bien haciendo comentarios hirientes y tomando posiciones duras, incluso cuando están equivocados y las noticias los ayudan en eso.

Cuanto menos sepas sobre un tema, más fácil es hacer declaraciones audaces sobre él o haciendo preguntas que finalmente no harán más que dejar en evidencia la falta real de conocimiento de quienes hablan. Tal vez la última cosa que el mundo necesita sea otro debate sobre el problema x entre dos personas que aprendieron sobre él en un noticiero –al menos si estamos tratando de mejorar las relaciones entre personas de diferentes grupos.

4. Hay maneras mucho mejores de «estar informado»: Todos queremos vivir en una sociedad bien informada. Las noticias informan a la gente, pero eso no significa que las informe especialmente bien.

Existen muchas fuentes de «información». Hoy en día hay mucho más de lo que podemos asimilar, por lo que tenemos que elegir lo que merece nuestro tiempo. Las noticias proporcionan información en una cantidad infinita pero de profundidad muy limitada, y está claramente destinada a agitarnos más que a educarnos. Cada minuto que pasa viendo noticias es un minuto que se pierde para aprender sobre el mundo de otras maneras. Las personas probablemente ven cientos de millones de noticias cada día. Eso, entre otras cosas, constituye muchos libros no leídos. Leé tres libros con visiones diferentes sobre un mismo tema y sabrás más sobre él que el 99% del mundo.

Si te dedicas a mirar las noticias todo el día durante años, tendrás un conocimiento distante de miles de historias, al menos durante las pocas semanas en las que cada una de ellas sea popular. Si solo nos preocupamos por la amplitud de la información, y no por la profundidad, no hay mucha diferencia entre «mantenerse informado» y mantenerse mal informado.

5. «Estar preocupados» nos hace sentir que estamos haciendo algo cuando no estamos haciendo nada: Las noticias tratan sobre injusticias y catástrofes y, naturalmente, nos sentimos incómodos ignorando historias en las cuales se está lastimando a gente. Tan superficiales como los medios puedan ser, los sucesos sobre los que informan son (generalmente) reales. Mucho más real de lo que incluso pueden parecer a través de la televisión. Muchas personas están sufriendo y muriendo constantemente e ignorar una descripción de cualquiera de ese sufrimiento, incluso una descripción cínica y manipuladora, nos hace sentir culpables. Creemos que lo menos que podemos hacer es no ignorarlo. Así que lo vemos en televisión, con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta. Pero permanecer con este nivel de «preocupación» no ayuda realmente a nadie, excepto tal vez a aliviar nuestra propia culpa un poco. La sensación de «al menos me preocupo» puede en realidad impedirnos hacer algo concreto para ayudar, porque mirando con compasión no tenemos que enfrentar la realidad de que no estamos haciendo absolutamente nada al respecto. Observar cómo avanzan los desastres, aun cuando no hacemos nada, al menos nos hace sentir un poco más compasivos que apagando la televisión. La verdad es que la gran mayoría de nosotros no prestará absolutamente ninguna ayuda a las víctimas de casi todas las atrocidades que suceden en este mundo, televisadas o no. Y eso es difícil de aceptar.

   

¿Querés saber más? Eugenio Oller, youtuber y máster en emprendeduría y business, dejó de consumir noticias y en este video explica por qué lo hizo y los beneficios que le ha aportado.

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