Descubren por qué las mujeres son infieles

Mujeres y hombres pueden tener una aventura amorosa con otra persona por diversos motivos. Normalmente, uno de los que más aparece es el tedio que provoca la rutina en la pareja.

Los tiempos cambiaron y la infidelidad ya no se asocia exclusivamente con los hombres. Hoy las mujeres también son proclives a tener una relación fuera del noviazgo o matrimonio. Lo llamativo es la principal causa que se encontró.

El sitio de citas extramatrimoniales Ilicit Encounters se creó en 2004 y cuenta con más de 100 mil usuarios en todo Reino Unido. Los propietarios de la página realizaron una encuesta entre 1.000 de sus clientes -mitad hombres, mitad mujeres- a fin de determinar cuáles son los factores principales que entran en juego a la hora de cometer una infidelidad.

El dato que más sorprendió de la encuesta fue que el 71% de las mujeres que habían engañado a sus maridos con otros hombres tenían madres que también habían sido infieles en el pasado. En cambio, solo el 45 por ciento de los hombres infieles eran hijos de padres «tramposos».

El vocero de Ilicit Encounters, Christian Grant, hizo referencia al curioso dato acerca del rasgo hereditario en la infidelidad: «Contrariamente a la creencia popular, la mayoría de los hombres no están necesariamente orgullosos de la condición de infieles. Aunque pueda parecer así, en el fondo temen la reacción potencial de sus padres o la posibilidad de que ellos se hayan engañado entre sí».

En cuanto a la influencia de los padres en los encuentros extramatrimoniales, el 66% de las mujeres que respondieron aseguraron sentir un permiso para engañar porque sus madres también lo habían hecho.

Por su parte, el 86 por ciento de los hombres encuestados respondieron que detendrían una aventura en caso de que su padre se enterara y se los pidiera.

Donde sí hubo punto de encuentro entre hombres y mujeres fue en la consideración moral de la infidelidad. El 83% de los hombres y el 89% de las mujeres calificaron a los encuentros sexuales extramatrimoniales como un evento no «necesariamente aceptable o moralmente correcto».

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