Angus Barbieri, el escocés que no comió durante un año y bajó 126 kilos
La mayoría de las personas pueden sobrevivir sin alimentos por lo menos unas semanas, tal vez un poco más. Sin embargo, eventualmente la inanición mata. Los límites de cuánto tiempo puedes estar sin comer son complicados; sin agua es poco probable que alguien dure una semana, pero la cantidad de tiempo que el hambre mata puede variar drásticamente. Tomemos la historia del escocés Angus Barbieri, quien en 1966 se sometió a un ayuno de 382 días con el fin de tratar la obesidad que padecía, a la edad de 27 años.
Hay poca documentación sobre el ayuno de Barbieri: hay algunas historias de periódicos antiguos que narran su calvario y de manera más convincente. Hay un informe publicado en el Postgraduate Medical Journal en 1973, que describe la experiencia que sus médicos vivieron.
Según ese informe, Barbieri había entrado al Departamento de Medicina de la Universidad en la Royal Infirmary de Dundee, Escocia, buscando de ayuda.
Él era “groseramente obeso” en ese entonces, pesaba 207 kilogramos. Los doctores lo pusieron en un corto ayuno, pensando que le ayudaría a perder algo de peso, aunque no esperaban que lo mantuviera. Así fue como los días sin comida se convirtieron en semanas.
Absurdo y arriesgado los ayunos fueron de más de 40 días y muy peligrosos. Él se obsesionó con querer alcanzar su “peso ideal”, que era de 81 kg. Así que siguió adelante.
La sorpresa para los médicos fue cómo vivió su vida diaria ayunando, llegando normal al hospital para realizarse exámenes frecuentes. Las pruebas regulares de azúcar en la sangre hicieron que los médicos se dieran cuenta que realmente no estaba comiendo nada, y así las semanas se convirtieron en meses.
Barbieri tomó vitaminas en varias ocasiones durante el ayuno, incluyendo suplementos de potasio y sodio.
Durante todo el proceso, el paciente tuvo que someterse a chequeos regulares, muchos de ellos durante noches enteras en el hospital, y además se reguló su hidratación a través del consumo de agua con y sin gas, café y té.
Angus Barbieri comentó que ocasionalmente le ponía un poco de azúcar o leche al té, especialmente en sus últimas semanas de ayuno.
Finalmente los meses pasaron, y con 382 días logró alcanzar su peso ideal de 81 kilos. Lamentablemente, el efecto rebote –– cuando te privas de ciertos alimentos que te gustan durante una dieta, después de que la terminas sientes ansiedad y empiezas a consumirla en grandes cantidades –– fue prácticamente imperceptible. El único problema que relató durante el proceso de realimentación fue haber olvidado totalmente el sabor de los alimentos.
Los límites del cuerpo humano
El ayuno del escocés es quizás el ejemplo más extremo de una dieta de hambre jamás registrada. Además, el ayuno terapéutico fue una técnica muy común en los años 60-70, que incluso dio buenos resultados en casos como el de Angus Barbieri, pero por lo general es una práctica muy peligrosa, que puede terminar con la muerte del paciente.
En cierto sentido, estas historias muestran la extraordinaria habilidad del cuerpo para sobrevivir, pero no son una practica que deba realizarse y que ningún médico en la actualidad lo recomiende. Estos tipos de dietas extremas pueden ser mortales, algunos casos terminan en ataques al corazón.