7 tips para dominar la cocina de tu casa

Aprender a ser mejores cocineros en el hogar y saber disfrutar de una buena comida con nuestros seres queridos, está en nuestras manos. Comer debe ser algo placentero, debe llevarnos a un estado de ánimo positivo. Se trata de alimentar nuestro cuerpo, mente y alma, y ​​es algo que hacemos mejor en compañía de otros.

Muchos se preguntan: «¿Qué puedo hacer para mejorar con mi cocina?» Bueno, no hay una sola respuesta, ¡hay muchas!. De modo que hemos recopilado 7 consejos que pueden hacer que cualquier persona se convierta en un mejor cocinero dentro de su hogar. Acá van:

1. Respetar las estaciones.
La calidad de los ingredientes que utilizás es la esencia de la buena cocina. Los productos de estación son más sabrosos, más asequibles y ofrecen una mayor nutrición. La mejor manera de obtenerlos es ir directamente de compras a los mercados de agricultores de tu comunidad. Para asegurarse de que algo es fresco, tenés que tocar el producto antes de comprarlo. Por ejemplo, los alcauciles deben chirriar entre los dedos o las berenjenas deben ser firmes y brillantes.

2. Condimentá a medida que avanzás.
Probá la comida a medida que la vayas cocinando para asegurarte de que no haya sorpresas cuando termines tu plato. Si se te fue la mano con los condimentos, podés suavizar el sabor con leche o manteca. También podés agregar miel para equilibrar el sabor de las especias. Si has añadido accidentalmente demasiada sal, podés balancear el sabor agregando más del resto de los condimentos y diluir el porcentaje de sal en el plato o si estás cocinando algo en un líquido (como una sopa o salsa), podés agregar una papa pelada y cruda y cocinarla durante un tiempo para que absorba la sal excedente. Lo bueno es que se puede corregir casi cualquier defecto antes de que la comida llegue a la mesa.

3. Un secreto.
A todos nos gusta el sabor de la manteca y el aceite de oliva en nuestros alimentos, y usualmente comenzamos el proceso de cocción con ellos. Sin embargo, para maximizar ese sabor, conviene guardar la mayor parte de la manteca o del aceite para agregar al final del proceso de cocción, ya que de lo contrario el calor disipará su sabor. Por ejemplo: primero tostá el pan y agregale un chorrito de aceite al sacarlo de la plancha, o agregá manteca a tus pastas o verduras una vez finalizada la cocción.

4. Debe ser sencillo.
El hecho de que una receta sea complicado, no significa necesariamente que sea mejor. Desarrollar un repertorio de platos simples que resalten los sabores auténticos de los ingredientes es el secreto que te permitirá ahorrar tiempo sin escatimar en gusto.

5. Mantené un ojo en la temperatura.
Es una habilidad fundamental. El calor aplicado en la cocina es crítica para el éxito de un plato. Por ejemplo, el hecho de que la textura de tus papas termine siendo carbonizada, húmeda, suave, crujiente, viscosa o seca, es algo que se determina por el calor que utilizas en tu horno. Nunca se debe subestimar la importancia de un buen termómetro de cocina. Podría marcar la diferencia entre unos muslos de pollo perfectamente cocinados y un ave seca.

6. Comprar por adelantado y almacenar.
La planificación es esencial, sobre todo si vivís solo o si trabajás muchas horas a la semana. Uno de los secretos que podés aplicar es por ejemplo abastecerte durante el fin de semana, lavar frutas y verduras, cortarlas y congelarlas de modo que te queden como reserva para organizarte durante la semana. Casi todo puede congelarse y guardarse prolijamente en bolsas o recipientes: verduras, salsas, porciones de tarta, masas, cortes de carne.

7. Complacer a los sentidos.
Comer es una experiencia sensorial, en primer lugar experimentada por los ojos. Así que cuando estés planificando tu comida, pensá en qué forma de presentación puede hacer tu plato más atractivo. Abastecete de lindos utensillos para tu cocina y aprovechá la variedad de colores en los ingredientes. No temas probar condimentos nuevos, podés sorprenderte con los aromas que invadan tu cocina.

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