5 cosas que podés hacer para ser más productivo

No se trata de ser un adicto al trabajo, sino de usar nuestro día más razonablemente a fin de lograr realizar nuestras actividades en el menor tiempo posible y mejor, sin distraernos con cuestiones que no son de ninguna utilidad y que nos hacen perder horas valiosas. Ser más metódicos nos ayudará a balancear mejor nuestra vida personal con la laboral y tener más tiempo para nosotros y nuestros seres queridos.

1. Saber manejar tu estado de ánimo: Normalmente se considera a una persona productiva como una especie de robot, olvidando muchas veces la importancia y el poder de los sentimientos y el estado de ánimo.
Si arrancás el día con calma es mucho más fácil mantenerte enfocado durante la jornada y hacer mejor las cosas. A veces, la vida cotidiana, despertar a los chicos, el teléfono que suena, los mails que nos llegan, hace que la tranquilidad parezca imposible durante las primeras horas del día. Cuando esto sucede es muy difícil mantener el control de nuestras vidas, sino que lo que hacemos es reaccionar a los desafíos que van surgiendo uno detrás del otro sin pensar si son prioritarios o no.
Sin embargo, estudios demuestran que la felicidad y la calma aumentan la productividad enormemente. De modo que intentá tomarte el tiempo para hacer las cosas a la mañana, desayuná tranquilo, escuchá música, no corras ni manejes como un demente hacia tu trabajo.

2. No revises tus correos inmediatamente después de levantarte: Nos hemos acostumbrado a estar pendientes todo el tiempo de nuestros correos electrónicos, y esto ha empeorado con la posibilidad de tener absolutamente todo en nuestros celulares. La mayoría de las veces, esos correos no son urgentes ni tienen que ver con nuestras metas personales, de modo que pasamos las primeras horas del día atendiendo demandas de los demás en vez de priorizar las nuestras.
Aprendé a revisar tus mails cuando ya estés en la oficina y a distinguir cuáles son urgentes y cuáles pueden esperar. Se ha demostrado que el abuso del celular y las tecnologías constituye una adicción tan peligrosa como lo es la adicción al alcohol o al tabaco, y no querés caer en eso ni ser de esas personas que constantemente están mirando a las pantallas de sus teléfonos. Sé sabio y dale a cada tarea el tiempo que merece en realidad.

3. Eliminá distracciones: Mantené tu escritorio ordenado y tu Facebook cerrado durante tu jornada laboral. Hoy en día la tecnología hace que los seres humanos tengamos las 24 horas del día los siete días a la semana todo al alcance de un click. Nos distraemos con las redes sociales o navegando por internet buscando información que nada nos suma en realidad y a esto se suma el ambiente que constantemente nos bombardea: los pedidos, el teléfono, los mails… El secreto es tomarte un tramo del día para aislarte y realmente enfocarte en lo que tenés que hacer, da la orden de que durante estos minutos nadie te moleste a menos que sea por algo urgente.

4. Armate un sistema: Las personas más productivas son aquellas que mantienen y respetan su rutina. Esto requiere de mucha disciplina y de no caer en la tentación de dejar las cosas para otro día. No esperes a tener que «reaccionar» frente a lo que el día te va poniendo delante. Intentá mantener un plan, un horario establecido para cada una de las tareas que tenés que realizar.

5. Definí tus prioridades la noche anterior: Para armar un plan, nada mejor que levantarte todas las mañanas con tu día previamente organizado. Definí las dos o tres cosas más importantes que tengas que hacer antes de sentarte a cenar la noche anterior. Tomatelo como un ritual a cumplir rigurosamente. Por otro lado, aprendé cuándo dejar de trabajar. Saber priorizar nuestra vida personal es fundamental a la hora de rendir lo mejor posible en nuestra jornada laboral. Fijá una hora del día en la cual apagar la computadora y desenchufarte y luego anotá tus prioridades del día siguiente. Descartá aquellas cosas que no sean imporantes y aprendé a delegar y a decir «no» cuando sientas que te estás tapando de responsabilidades.
No olvides que el stress no sólo mata, sino que agota tu mente y tu cuerpo, de modo que nada sirve dedicarle 100 horas semanales al trabajo, si tu vida va a ser un caos y vas a estar abrumado y agotado todo el día. Mejor que trabajar mucho pero a media máquina, es trabajar menos, más organiza y metódicamente.

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