23 de junio: ¿Por qué hoy es el Día Internacional de las Viudas?

El 21 de diciembre de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 65/189 decide observar el Día Internacional de las Viudas el 23 de junio de cada año con efecto a partir de 2011. ¿Por qué consideraron necesario que las viudas cuenten con un día en su homenaje?

Cuando enviudan, las mujeres de muchos países a menudo se enfrentan con la denegación de sus derechos de herencia y a la tierra, degradantes rituales de sepultura y duelo con riesgo de vida y otras formas de abuso.

Con frecuencia, incluso integrantes de su propia familia desalojan a las viudas de sus hogares y abusan de ellas físicamente (a algunas hasta las asesinan). En gran cantidad de países, la condición social de la mujer está inextricablemente vinculada a la de su esposo, de modo que cuando él muere, la mujer ya no tiene lugar en la sociedad. Para volver a lograr condición social, se espera que las viudas se casen con uno de los parientes de su esposo, a veces contra su voluntad. Para muchas, la pérdida de un esposo es sólo el primer hecho traumático de una terrible experiencia a largo plazo.

En muchos países, se estigmatiza a la viudez y se la ve como el origen de la vergüenza. En algunas culturas, se cree que las viudas están malditas e incluso se las asocia con la brujería. Tales errores de concepto pueden resultar en que las viudas sean víctimas de aislamiento, abuso o situaciones peores. Las investigaciones realizadas por HelpAge International, por ejemplo, han revelado que en Tanzania cientos de mujeres (mayormente viudas) han sido asesinadas debido a que se las acusó de ser brujas. 1

Con frecuencia, los hijos de las viudas se ven afectados tanto emocional como económicamente. Las madres que quedaron viudas y que ahora tienen que mantener solas a sus familias se ven obligadas a retirar a sus hijos de la escuela y depender de su trabajo. Además, las hijas de las viudas pueden sufrir gran cantidad de privaciones, lo que eleva su vulnerabilidad a ser víctimas de abuso.

Tales crueldades con frecuencia se consideran como justificadas en términos de la práctica cultural o religiosa. La impunidad por los abusos de los derechos de las viudas es algo extendido y son pocos los autores a los que se los lleva ante la justicia. Incluso en países donde la protección legal es más inclusiva, las viudas pueden sufrir marginalización social.

Pobreza

A lo largo de un amplio espectro de países, religiones y grupos étnicos, una mujer queda en la indigencia cuando muere su esposo. Frecuentemente, la pobreza empeora por tener poco o ningún acceso al crédito o a otros recursos económicos y por el analfabetismo o la falta de educación. Sin educación y capacitación, las viudas no pueden mantenerse a ellas mismas ni a sus familias.

Gran cantidad de viudas de sociedades tradicionales no tienen derechos, o los tienen muy limitados, a heredar o a la propiedad de la tierra, según la tradición y la ley religiosa. Al carecer de derechos de herencia, inclusive de derechos a la propiedad de su familia biológica, las viudas se encuentran inseguras a nivel financiero y totalmente dependientes de la caridad de los parientes de su esposo.

En India, donde la viudez constituye una institución de baja condición social como así también una condición personal, sus familiares les quitan las propiedades a miles de viudas y quedan en la calle, motivo por el cual se ven obligadas a buscar trabajos informales como trabajadoras domésticas, o comenzar a mendigar o a prostituirse. 2

Las viudas de los países en desarrollo también pueden enfrentar dificultades particulares, que van desde la pérdida de la cobertura del seguro hasta las dificultades para acceder a créditos al ser las únicas responsable del cuidado de los hijos. En ciertos casos, las viudas pueden ser responsables de las deudas de su esposo fallecido.

Violencia contra las viudas

La violencia contra las mujeres es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, que afecta a las mujeres de todos los orígenes, edades, culturas y países. Las viudas no son la excepción y, de hecho, pueden encontrarse particularmente en un alto riesgo de sufrir violencia.

En gran cantidad de países, pero especialmente en todo África y Asia, las viudas son víctimas de la violencia a nivel físico y mental (inclusive el abuso sexual) relacionado con disputas por la herencia, la tierra y la propiedad. Al no gozar de los derechos a la propiedad de los bienes de su esposo, una viuda puede ser sometida a abusos y expulsada de su hogar. En África, el abuso a las viudas atraviesa los límites étnicos, de clase y de ingresos, y deja a las viudas entre las más vulnerables y pobres de la región. 3

Se fuerza a las mujeres a participar en prácticas tradicionales perjudiciales, degradantes e incluso con riesgo de vida como parte de los rituales de sepultura y duelo. Por ejemplo, en una cantidad de países, se obliga a las viudas a beber el agua con la que se ha lavado los cadáveres de sus esposos. Los rituales de duelo también pueden implicar tener relaciones sexuales con sus parientes varones, afeitarse el cabello y escarificación. 4

Impacto en la salud

La nutrición deficiente, viviendas inapropiadas y vulnerabilidad ante la violencia, conjuntamente con la falta de acceso a la atención médica, pueden impactar el bienestar físico y mental de las viudas. Las necesidades relativas a la salud sexual y reproductiva de las viudas pueden quedar sin abordarse, incluso el hecho de que las viudas sean con frecuencia víctimas de violación.

Las viudas son particularmente vulnerables respecto a contraer VIH y SIDA. Posiblemente, no se informe a las mujeres de que la causa del fallecimiento de su esposo esté relacionada con el SIDA y se las somete a un ritual de purificación manteniendo relaciones sexuales con sus parientes hombres, independientemente de su condición respecto del VIH. La inseguridad económica que es consecuencia de la viudez también impulsa a las mujeres y niñas a ser trabajadoras sexuales.

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