13 propósitos saludables que podés implementar ya mismo

¡Comenzamos septiembre pisando fuerte! Es el momento ideal para poner sobre la mesa los éxitos y los fracasos, para felicitarnos por las metas alcanzadas, pero también para enumerar aquéllas que se quedaron por el camino. Desde aquí te ofrecemos una propuesta de 15 objetivos saludables para comenzar este curso con vitalidad. Cumplirlos es todo un reto, pero también una gran aventura para estar más sanos y ser más felices.

1. Cuidá lo que comés. Aunque la obesidad tiene una base genética ya incuestionable, la realidad es que si cuidamos nuestra alimentación y llevamos una vida alejada del sedentarismo y la inactividad, reduciremos considerablemente las probabilidades de ser obesos y, con ello, nuestro riesgo cardiovascular. Basta con mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta de que, al mismo tiempo que hemos ido abandonado la dieta mediterránea y nos hemos vuelto más cómodos, ha crecido el número de personas con sobrepeso. Lo peor es que este proceso está afectando por igual a los adultos y a los niños.

2. Libre de nicotina. Si dejar atrás el olor a tabaco del aliento y la ropa, subir las escaleras sin asfixiarnos y levantarnos cada mañana sin toser no son motivos suficientes para dejar de fumar, igual lo es el hecho de que este hábito es responsable del 11% de las muertes por cardiopatía isquémica y del 70% de los fallecimientos por cáncer de pulmón, bronquios y tráquea. Compra tu último atado y cuando ya solo quede un cigarrillo, fumalo consciente de que será el último.

3. Más músculo y menos sofá. Si no hacemos nada para remediarlo, llegará un día en que nos sorprendamos frente al espejo tomando aire para meter la barriga. Mantenerse en forma no es tan complicado, solo hay que ponerse las zapatillas y buscar el deporte que más se ajuste a nuestras necesidades y gustos: aerobic, zumba, pilates, natación, spinning, footing… Hay mil actividades individuales o en grupo que nos ayudarán a conservar tonificada nuestra musculatura, quemar calorías y hacernos sentir mejor.

4. Activá tu mente. Este año no te limites a leer los catálogos de las grandes superficies comerciales o los informes de actividad de tu empresa. Sé creativo y activá tu mente, sumergite en varios libros y estudiá idiomas. Son rutinas de entrenamiento mental ideales, como también lo son afrontar cálculos mentales o resolver crucigramas. Fomentarás el aprendizaje y potenciarás tu memoria, al tiempo que protegerás tu cerebro contra el deterioro cognitivo y determinadas enfermedades neuronales, como el alzhéimer o la demencia.

5. Frená el estrés. El estrés nos ayuda a estar alerta y, por lo tanto, nos protege ante los riesgos; pero también, si no lo controlamos adecuadamente, es la causa de dolores de cabeza, angustia, náuseas e hipertensión, además de dañar el pelo y la piel. Una vez detectados los motivos, resulta primordial minimizarlos y abordar estrategias que contribuyan a desconectar y relajarnos; para algunos lo mejor es practicar algo de ejercicio físico, para otros la mejor receta consiste en media hora de meditación diaria. Se trata de que cada cual encuentre su manera de reducir sus efectos sobre nuestro organismo.

6. Desconectá el móvil. ¿Cada cuánto tiempo miras tu móvil? Hacé la prueba y seguro que te sorprenderás pendiente de este dispositivo mucho más de lo que creías. La supuesta libertad de esta herramienta de comunicación se ha transformado en una esclavitud y en una dependencia de tal calibre que, incluso, han llegado a definir una nueva patología: la nomofobia, que se manifiesta con un miedo extremo a estar desconectado del mundo. Para evitar padecerla, lo mejor es que marquemos los límites y hagamos un uso razonable del teléfono, lo apaguemos de vez en cuando y prioricemos la vida real a la virtual.

7. Hacerte ese chequeo general. Las revisiones médicas deberían formar parte de nuestra rutina; dejarlo para más tarde o no encontrar nunca el momento nos puede salir caro, por lo que no seas perezoso y cumplí con tu agenda. Las visitas anuales al ginecólogo, al urólogo, al oftalmólogo o al odontólogo son claves para gozar de una buena salud. Las citas recomendadas con cada especialista y las pruebas asociadas a ellas dependerán de la edad y el sexo. Si seguimos este tipo de recomendaciones, lograremos diagnosticar de forma precoz muchas enfermedades que llegan a ser fatales si no se detectan a tiempo.

8. Enseñá más los dientes… ¡sonreí! Está demostrado que la sonrisa tiene muchos beneficios para la salud: relaja los músculos de la cara, ayuda a una mejor oxigenación del cuerpo y regula el pulso cardíaco. Además, es la mejor carta de presentación: ¡solo tenemos una oportunidad para causar una buena primera impresión! Si querés disfrutar del poder que da una sonrisa y, al mismo tiempo, lucir la mejor de las dentaduras, cumplí unos consejos básicos y sencillos de higiene bucodental: lavarte los dientes después de cada comida y visitar al especialista, al menos, una vez al año.

9. De mimos también se vive. Pasar más tiempo con la familia y los amigos no solo nos hace más felices, también nos ayuda a mantener nuestra salud física. Algunos estudios concluyen que no tener amigos equivale a fumar 15 cigarrillos al día o que las personas con un amplio círculo de amistades tienen muchas menos probabilidades de fallecer como consecuencia de una patología tumoral o cardíaca. Las relaciones sociales nos sirven para construir nuestra identidad, nos proporcionan bienestar y nos dan apoyo en los momentos difíciles. También son importantes para desconectar de la rutina laboral y controlar el estrés, así que no lo demores más y llamá a esa persona con la que hace mucho que no hablás.

10. Date el gusto. Hacernos un regalo de vez en cuando nos ayudará a sentirnos mejor y a reforzar nuestra autoestima. Si no querés seguir con esas líneas de expresión en tu rostro o llevás años pensando en guardar para siempre esos viejos lentes en el cajón, no lo retrases más, invertí en sentirte y verte mejor. Atrevete, da el paso, ponete en manos expertas y cumplí ese sueño a veces inconfesable.

11. Verde que te quiero verde. Probablemente no somos del todo conscientes de cómo la polución afecta a los cultivos y al agua de los ríos y mares; sin embargo, la regla de tres está clara: a más contaminación, peor calidad del agua que bebemos, del aire que respiramos y de los alimentos que comemos; lo que incide irremediablemente en nuestro estado de salud y en las enfermedades que padecemos. Nuestra casa es el lugar ideal para comenzar a construir un planeta sostenible: reducí la cantidad de residuos que generás, no derroches recursos como el agua o la energía y tratá de minimizar las emisiones contaminantes que producís cada día.

12. Sé más solidario. La solidaridad nos concede felicidad. No hacen falta grandes gestos ni viajar a países de otros continentes para ser solidarios. Basta con pequeños actos que ayuden a otras personas a vivir mejor. Cuando veas la unidad móvil de donación de sangre, animate a entrar. La donación de sangre, órganos o tejidos contribuye a que muchas personas enfermas recuperen el bienestar. También existen miles de grupos solidarios a los cuales sumarse. Averiguá cuáles son los que funcionan en tu ciudad y ¡ayudá!

13. Que gane el optimismo. Sacudite el pesimismo de la espalda, rodeate de gente alegre y disfrutá de la vida a pesar de los inconvenientes. ¿Sabías que ser optimista mejora la salud? Pues sí, el estado de ánimo influye directamente sobre nuestro estado general. Un estado emocional eminentemente negativo puede llegar a provocar daños a nivel físico, esto es lo que ocurre con las enfermedades psicosomáticas. Ser optimista o pesimista es una elección vital. ¡En tus manos está!

 

FUENTE: ESTELA RODRÍGUEZ. QUIRÓN SALUD.

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