10 trucos infalibles para estimular tu memoria

¿Te olvidas a veces tus contraseñas? ¿No te acordás si cerraste con llave o te cuesta cada vez más encontrar esa palabra que querés decir? La memoria, o la falta de ella en realidad, puede jugar una mala pasada y en esta época del año el cansancio tampoco colabora. Para ayudarte a sortear estos momentos que realmente pueden volverte loco, estos trucos pueden ser de gran ayuda.

Hacer reglas mnemotécnicas: Si se acostumbra a utilizar reglas mnemotécnicas costará mucho menos agilizar el proceso de encontrar lo que se «busca» en el archivador que es la memoria. Así, utilizar asociaciones que resulten cómodas con conceptos que se quieren aprender resulta ser una excelente estrategia para acostumbrar a la memoria a que recupere con rapidez lo que se aprendió. Esta clase de trucos ponen en funcionamiento varias zonas del cerebro distintas del hipocampo, como la corteza perirrinal que tiene un papel clave en el reconocimiento visual.

Abrir y cerrar las manos: Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Montclair en los EE.UU. reveló que apretar el puño derecho durante 90 segundos ayuda en el proceso de formación de la memoria. Asimismo, apretar el puño izquierdo también facilita la recuperación de información almacenada en nuestra memoria.

Los juegos de brain training: Según un estudio publicado en la revista Plos One, practicar 15 minutos al día de juegos de entrenamiento cerebral mejora el rendimiento de la memoria de trabajo, las funciones ejecutivas y la velocidad de procesamiento. Si te interesan, en Internet podés encontrar cientos de opciones.

Dormir bien: Procurar una buena calidad de sueño desde la niñez demostró ser el mejor instrumento para tener mejor memoria durante la vejez, según un estudio publicado en la revista Sleep. Además, dormir bien habitualmente tiene un beneficio directo sobre la memoria y el aprendizaje.

Meditar: Una investigación llevada a cabo por la Universidad de California demostró que con dos semanas de entrenamiento en lo que se conoce como «mindfulness», es posible mejorar notablemente la comprensión lectora, la capacidad de la memoria de trabajo y la concentración.

Cerrar los ojos: Un estudio publicado en la revista Journal and Criminology Psychology demostró que se recuerda hasta con un 23% más de eficacia (con más precisión los detalles) si se tienen los ojos cerrados que si se tienen abiertos. El hallazgo lo realizó un equipo de científicos de la Universidad de Surrey (Reino Unido), que analizó 178 participantes

Tomar café: Los componentes del café no sólo sirven para eludir el sueño y sentirse más activo, sino que también refuerzan la memoria. Según un estudio desarrollado por la Universidad Johns Hopkins, que publicó la revista Nature Neuroscience tomar un café justo después de haber afrontado un trabajo importante refuerza la memoria.

Comer chocolate: Estudios publicados en la revista British Journal of Clinical Pharmacology concluyeron que uno de los componentes del cacao, los flavonoles, están relacionados con un mejor desempeño cognitivo. El motivo es que estimulan la perfusión cerebral, favorecen la neurogénesis y promueven cambios en las áreas relacionadas con el aprendizaje y la memoria.

Hacer ejercicio: La actividad física de intensidad moderada ayuda a memorizar lo aprendido con anterioridad. Así lo reveló un reciente estudio de la Universidad de California, que demostró las bondades de estar activo físicamente. Los resultados demostraron que la liberación de norepinefrina, inducida por el ejercicio físico, provocó una mejora llamativa de la memoria respecto a los voluntarios que realizaron ejercicio en comparación con los que no lo habían hecho.

Socializar: Relacionarse con los demás, ya sean amigos, familia o conocidos, se supo que tiene implicancia en una mejor memoria. Así lo atestiguó un estudio de investigadores australianos publicado en la revista Journal of Aging Research, según el que aquellos participantes que tenían un mayor contacto con amigos cercanos y una importante red social, presentaron un mejor rendimiento en las pruebas de memoria tras un seguimiento de 15 años.

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